El personaje de Dickens ya es un adulto en esta sátira algo sangrienta y poco ingeniosa.
Lo que empieza siendo la ingenua historia de un joven médico en una época en la que la medicina todavía estaba en pañales, acaba siendo un mordaz relato de odios, debilidades y luchas por el poder. Dejando al margen lo atractivo que puede llegar a ser el personaje del doctor Jack Dawkins, lo que llama la atención es la rabiosa carga contra los estamentos clásicos de un época ya superada.
La ley, en la figura del gobernador Edmund Fox y del capitán Lucien Gaines, la medicina, en la del profesor McGregor, y la iglesia, en la del sacerdote Cruikshanks, son objeto de burla constante. Una burla sin oficio ni beneficio que decanta la balanza (manipulada y engañosa) hacia los pobres habitantes de la colonia de Port Victory.
El pasado del protagonista se extrae de la novela de Dickens y juega como incentivo para construir una historia en la que también intervienen el traicionero Norbert Fagin y el propio Oliver Twist. No obstante y a pesar de su célebre origen, el conjunto desmerece el talento de su creador. Y no es que Dickens no fuera crítico con la sociedad de su tiempo, sin embargo el talento de su escritura choca con la simpleza del guion.
Estamos frente a un Jack Dawkins ya adulto que ha conseguido salir de prisión, ha encarrilado su vida hacia una profesión noble y ha virado su carácter de la picardía a la ingenuidad. En este contexto asistimos a las primeras operaciones con anestesia y al descubrimiento del alcohol desinfectante pero, también, nos adentramos en el espectáculo sangriento de mutilaciones, vísceras, miembros cercenados y mucha suciedad.
El amor, la picardía, la lucha por la supervivencia, la denuncia de la opresión y los falsos comportamientos morales se fraguan entre la comedia, la acción, la tensión y la recreación de una época victoriana a la que nadie querría volver. Con todo, The Artful Dodger ofrece un buen trabajo en su escenografía, vestuario, interpretación y en su ritmo narrativo. Se deja ver, pero imprime en el espectador una agradecimiento sincero por la llegada del agua corriente, el perfume, los guantes quirúrgicos y, sobre todo, por la imperfecta libertad de la que gozamos actualmente.
Firma: Mar Pons
Jack Dawkins es ya un adulto que ha conseguido salir de prisión, ha encarrilado su vida hacia una profesión noble y ha virado su carácter de la picardía a la ingenuidad. Pero la llegada de Norbert Fagin pone en peligro todos estos logros. Su pasado como ladrón callejero luchará con su profesión presente y sus sueños de futuro.