Siren

A pesar de su poderosa idea inicial y de una prometedora renovación del tópico de las sirenas, esta serie decepciona como un precioso barco que, sin embargo, hace aguas por todas partes.

Resulta interesante el retrato de unos anfibios crueles, despiadados y con fuerza sobrenatural. No obstante, este aliciente se desvanece pronto para ceder el paso a una sensualidad ambigua y a unas preocupaciones (y ocupaciones) de lo más comunes.

La serie se pierde en querer abordar todo tipo de pasiones (amor, poder, ambición, fama, codicia, curiosidad científica, etc.) desde una perspectiva demasiado simple y a demasiada velocidad. Por este motivo, nada en Siren es creíble y pocas cosas trascienden más allá de lo que vemos.

Los diálogos y la narrativa son igual de torpes y nos regalan esa sensación de que ya todo lo hemos visto u oído infinidad de veces en otras tantas ficciones.

Además, salvo la curiosa interpretación de la protagonista (tampoco el personaje da todo de sí), ningún otro habitante de Bristol Cover aporta novedad o atractivo a la trama. Todos planos, todos predecibles y ninguna sorpresa para el espectador.

En fin, que si alguien se hubiera tomado en serio esta historia, Siren podría haber sido una innovación en el género fantástico o de terror. Pero no hemos tenido esa suerte. Otra vez será.

Firma: Mar Pons