Nada

Mariano Cohn y Gastón Duprat vuelven a trabajar juntos en un proyecto donde la comida es una excusa para retratar la capital argentina y su gente, o más bien hacerle una oda.

La miniserie no está pensada para todo el mundo, pues es algo excéntrica y está llena de incógnitas, como, por ejemplo, qué hace Robert De Niro narrando desde un sofá en Estados Unidos una historia que sucede en Buenos Aires. Sin embargo, todos estos elementos que hacen cuestionar su porqué al espectador funcionan. Y ese es el éxito de la temporada: que a pesar de los interrogantes que genera, se convierte en una joya que atrapa y se disfruta enormemente.

Nada cuenta con mucho: dos actores veteranos –De Niro y Luis Brandoni– que se lucen ante la cámara (acompañados de una interpretación refrescante de Majo Cabrera), unos personajes muy bien construidos, una ironía ingeniosa, pinceladas de humor y un buen relato acerca de la tercera edad –y, por supuesto, la gastronomía–. Todo ello logra que los cinco episodios pasen en un suspiro.

Firma: Patricia Amat