La aparición de un líder religioso de Oriente Medio que hace milagros provoca la inmediata reacción de una agente de la CIA. Interesante propuesta que abre una puerta a la reflexión sobre la trascendencia vital.
¿Es la segunda venida? Una pregunta que ya se ha hecho la humanidad más de una vez, y que se seguirá haciendo hasta que llegue el día. Naturalmente, sólo ese planteamiento conlleva una impactante intriga y la dosis de suspense aumenta si el personaje que puede darnos la respuesta tiene un aire judío, una mirada enigmática y unos silencios oportunamente colocados.
Algunos críticos, quizás porque no creen en esa posibilidad, califican la trama como sobrecargada y decepcionante. Sin embargo, tanto la interpretación de Mehdi Dehbi como la de Michelle Monaghan transmiten lo que se espera de esa situación: una intrigante puesta en escena y un atractivo suspense desde el principio hasta el final.
La posibilidad de que haya existido un Mesías, la posibilidad de que vuelva a venir y la relación de su figura con el propio sentido de la vida y la existencia tienen un gran poder en sí mismos. La Biblia es una fuente de inspiración inagotable para el cine.
En este caso los productores interesados en el tema, Mark Burnett y Roma Downey, el guionista Michael Petroni y el director James McTeigue, nos brindan, con esta historia de suspense y vidas angustiadas, la oportunidad de que volvamos a preguntarnos qué pasará cuando llegué la segunda venida del Mesías y cómo será nuestra propia reacción.
En este caso, un misterioso hombre conocido como Al-Masih, el Mesías, impide un ataque del Estado Islámico con una milagrosa tormenta de arena. El logro se lo atribuye un joven con un fuerte aire espiritual, que es capaz de impactar con su mirada a todos los que le preguntan quién es y cómo lo ha hecho. Inmediatamente, una muchedumbre le sigue y acampa, junto a él, en la frontera de Israel. Los servicios secretos judíos le detienen pero escapa, también milagrosamente, y de pronto aparece en los Estados Unidos, donde todo indica que ha llegado para salvar a una joven enferma, hija de un pastor protestante. A partir de aquí, las redes sociales se encargan de todo lo demás y la CIA entra en escena. Eva Geller, como todas las agentes de esta agencia, pasa por un momento difícil y se vuelca desesperadamente en una investigación que va adquiriendo atractivos tonos mediáticos.
Cuando el inquieto espectador empieza a tomar sus propias decisiones sobre el origen del posible profeta, líder religioso o hasta una versión del mismo Jesús, es el momento en el que notamos que el guionista y el director también han tenido graves dudas de cómo resolver la historia. Y aquí es donde la trama adquiere algunos momentos algo más increíbles, pues el Mesías llega con demasiada facilidad al mismísimo presidente de los Estados Unidos, quien responde con una actitud y con unas reacciones que dejaremos que juzgue cada espectador.
Los interrogantes son de gran calibre y las alternativas pueden llegar a tener calado universal, y eso hoy, en un mundo tan descreído como el actual, es difícil de plantear y de resolver. No merece la pena siquiera hacer un balance sobre el final de la historia, pues a cada uno nos gustaría que se resolviera a nuestro gusto, lo que, claramente, es algo imposible. Pero preguntarse sobre la posibilidad de la segunda venida siempre es un “entretenimiento espiritual inquietante”.
Todos los actores realizan un buen trabajo y, aunque sea una opinión muy subjetiva, quizás el menos creíble es la interpretación del Presidente que hace Delmot Mulroney. Pero es que ser o parecerse al presidente de los Estados Unidos, y gustar a todo el mundo, debe ser bastante difícil.
Firma: Domingo Malmierca
En Oriente Medio acabar de surgir un nuevo Mesías. La agente de la CIA Eva Geller (Michelle Monaghan), de padre judío, recibe información sobre un carismático personaje (Mehdi Dehbi) que capta la atención internacional con un milagro.
Cuando empieza a acumular seguidores y aparece repentinamente en Estados Unidos, la agente decide investigar. Geller quiere estudiar de cerca a este hombre que se mueve entre el terrorismo y la religión. Además, sus seguidores aseguran curaciones y milagros. Por todo ello, crece el interés de los medios de comunicación internacionales hacia tan llamativo líder.
Eva Geller tendrá que darse prisa para desentrañar el misterio. ¿Realmente se trata de una entidad divina o simplemente de un estafador? Lo inquietante es que hay quien cree que su aparición puede influir en los responsables del equilibrio mundial. Lo más llamativo es que hasta el Presidente de Estados Unidos parece depender de sus mensajes.
