Love life

Cuando parece que la televisión ya no tiene nada más que ofrecer debido a la cantidad de estrenos en plataformas diversas, uno puede sorprenderse con un producto original o dar con uno innecesario, de relleno. Este segundo caso es el que se da con la propuesta de HBO.

Love life es un recorrido desde el primer al último amor de una chica joven y el resultado es una comedia romántica sin mucha gracia, simple y que se olvida rápidamente. Cada episodio lleva por título el nombre de una de las parejas de la protagonista y, en 30 minutos, la audiencia puede presenciar el nacimiento, la evolución y el fin de una relación sentimental. La serie no muestra la superación de cada ruptura ni el espacio de tiempo entre cada amorío, sino cómo cada persona aporta un toque a la configuración de quiénes llegamos a ser. Al iniciar cada capítulo, la joven ya está recuperada y animada de nuevo.

Sin embargo, a pesar de ocultar el sufrimiento que conlleva el desenlace de un noviazgo, no cae en un romanticismo cursi o ideal, sino que presenta situaciones bastante realistas. De todas maneras, eso no evita afirmaciones superficiales y la reducción de un concepto complejo a simples datos como que “cuando al ciudadano medio le llegue el momento de conocer al amor de su vida, ya habrá estado en 7 relaciones”.

La historia está muy vista, es plana, convencional y no incluye ninguna novedad. Además, la voz en off que narra los hechos aporta una seriedad que no encaja con el tono general. No obstante, Anna Kendrick realiza un buen trabajo y es una de las pocas virtudes de esta producción.

En resumen, este título es simplemente una colección de capítulos breves que dan pie a una maratón de entretenimiento ligero. Y quizá puede hacerse una mención a la interesante reflexión final acerca de la persona adecuada.

Firma: Patricia Amat