La última oportunidad

Lo primero que destaca en esta mini serie de tan solo seis capítulos es la interpretación de Alexandra Lamy (Sobre ruedas, Ricky) Lamy se mete en la piel de la protagonista, Alice Lambert, y sabe dar veracidad a su personaje: una mujer, madre y médico a la que le cambia la vida de un día para otro.

En el relato, el personaje femenino reconoce su propia limitación al meterse en un papel policiaco, un lugar que no le es propio. Su fragilidad –Alice es luchadora pero se rompe cuando toca– le da credibilidad al papel. Además, la actuación de Lamy permite identificarse con la protagonista y compartir sus sentimientos y sus decisiones, que no siempre parecen las más convenientes.

El propio autor de la novela, Harlan Coben, es el encargado del guion y respeta su obra literaria en todo el metraje. Así, Coben crea una ficción que se desarrolla de forma coherente, aunque quizá con un final un poco apresurado. No obstante, se entiende que se condense el desenlace en el último capítulo, sin desvelar nada antes porque, aunque se ofrece el hecho clave para solucionar el rompecabezas desde el principio, no es fácil de ver. Eso mantiene la tensión.

La serie tiene su buen sello francés, un ritmo tranquilo y sin precipitaciones. La historia avanza paso a paso. Tampoco las escenas de acción son grandilocuentes como en las series americanas. Y cabe destacar la fotografía con las maravillosas vistas de Paris de día y de noche.

Firma: Rosamaria Aguilar