La Brea

La ciencia ficción encuentra un nuevo mundo donde poner en aprietos a sus protagonistas. La brea es uno de esos títulos en los que el guión se prepara para poder ser estirado hasta límites insospechados si la audiencia lo bendice. Con esto ya podemos hacernos a la idea de que cualquier cosa es posible y nada es definitivo en la historia.

Todo lo anterior no debería suponer ningún problema para los amantes del género. No obstante, este tipo de historias necesita personajes fuertes, coherentes y estables para compensar lo incierto de su premisa, cosa que no sucede en esta propuesta de David Appelbaum (Inteligencia colectiva).

Sin entrar en los porqués y en los cómos nos encontramos en un escenario de supervivencia grupal, donde las decisiones tienen su relevancia, en concreto la de vivir o morir. Pero qué sorpresa y qué impotencia cuando, desde el sofá de casa, asistimos a la incompetencia de sus personajes. Las reacciones y actitudes propias de la adolescencia (en el mejor de los casos) se adueñan de todo el elenco de supervivientes. Dramas, llantos, dudas, protestas, quejas, falta de iniciativa e ideas peregrinas se hacen merecedoras de una muerte masiva que tendría que llegar en un acto de justicia poética.

Por todo lo demás, La brea posee esos ingredientes que la hacen entretenida, poco exigente para el intelecto y producto de consumo rápido para una audiencia amplia. Con ritmo, tensión, romance, acción y misterio, la serie también cuenta con efectos aceptables y algún giro que puede mantenernos apegados a estos universos paralelos.

Firma: Mar Pons