Desde el día en el que apareció en la puerta de la mansión, Kitty se esfuerza por aprender los secretos y las habilidades felinas. Y es que se trata de un objetivo difícil cuando no estás dotado de visión nocturna ni gozas de un equilibrio privilegiado.
Aunque, en el fondo, sus amigos los gatos deberían agradecer que realmente no sea igual a ellos. Si consiguen salir de las distintas situaciones (un tanto extrañas) en las que se ven involucrados, es gracias a sus capacidades humanas.
La historia la narra una voz en off, agradable y pausada, que nos pone en situación al inicio del capítulo. Esta reaparece a los diez minutos para recordar lo verdaderamente importante de la breve aventura o formular una sencilla moralina.
En los distintos episodios no faltan referencias al mundo gatuno y al de los roedores en todas sus variantes. Historias como El flautista de Hamelín, frases hechas (“cuando el gato no está, los ratones bailan”) y curiosidades sobre estos animales van apareciendo en la trama. No hay duda de que quien vea estos dibujos se convertirá en un experto en la materia.
En resumen, Kitty no es un un gato nos habla de una niña encantadora, fieles compañeros que lo dan todo por ella y valientes ratones dispuestos a ayudar en todo momento. Con unos protagonistas así vamos a pasar un rato agradable ante la pantalla.
Firma: Júlia Nafría
Género: Serie
Año: 2018
Cadena: Clan TV
Intérpretes: -
Presentador: -
Kitty, una niña pequeña, aparece un día en una mansión habitada por gatos. Rápidamente se ganará la confianza de estos animales, quienes le permitirán vivir en su casa y se encargarán de protegerla.
Título original: Kitty is not a cat
Creador: Bruce Kane, Maurice Argiro
Director: Roberto Fino
Guión: Lorin Clarke
Productora: Bogan Entertainment Solutions
Duración: 12'
País: Australia
Temporada: 2