La creación de Montero y Maidagán vuelve a Movistar+ con seis capítulos más que, indiscutiblemente, continúan con su sello: alma del siglo XXI y cuerpo del I a.C. Los locos romanos de la legión de Cneo Valerio siguen comportándose de una manera muy actual, lo que provoca situaciones graciosas, como que el pago del rescate de un secuestro parezca una discusión para ver quién paga las cañas.
Esta temporada mantiene la impecable estética y logra mejorar el guion, que era el único elemento descuidado al principio, a causa de la excesiva atención a los personajes y a la puesta en escena. Además, se incorporan más secundarios, más cameos y una novedad que permite añadir excentricidades: Saulo (Luis Gámez), un augur que, con sus visiones, introduce los viajes en el tiempo. Así, desde la Edad Antigua uno puede ver ovnis, asomarse a una avenida neoyorquina contemporánea o descubrir la conexión entre soldados de la legión y Hitler.
Por otro lado, el elenco femenino adquiere un mayor protagonismo, trasladando la presencia que tiene hoy en día la mujer en la sociedad a una época que no le permitió visibilidad. Aunque los actores son la mayoría hombres –algo normal en un ejército romano– Cecilia Freire y Priscilla Delgado son quienes están al mando de todo, siendo esta última la que, a su pronta edad, dirige la legión realmente. Por su parte, Julián López lidera de nuevo al reparto (sobresaliente de nuevo) poniéndolo todo patas arriba en su papel de ni-ni, acompañado por su esclavo Agorastocles (Xosé Touriñán), de quien se puede apreciar evolución en esta entrega.
Esta vez, los guionistas explotan el humor negro del que hicieron gala un poco más discretamente en su prueba piloto. Sin buscar desesperadamente la risa a través de chistes fáciles, obsequian al público con situaciones desternillantes por sus circunstancias absurdas. El éxito sigue radicando en esa cotidianidad tan actual ambientada en la antigua Roma.
Aunque se dice que segundas partes nunca fueron buenas, las desavenencias de los protagonistas con los tracios dejaron a la audiencia con ganas de más. Y el retorno de todos ellos ha conseguido situar la propuesta un escalón por encima de su predecesora. Utilizando lo que ya funcionó, se ha trabajado en los fallos de los episodios anteriores –como la trama– para ofrecer un producto más pulido. Sin embargo, nada es perfecto y por ello también hay fallos, como el precipitado giro de guion final que, aunque ofrece una conclusión cerrada, no es del todo satisfactoria.
El persistente intento de Manio por recuperar el honor de su familia y las mejoras implementadas por los directores, regalan al espectador una temporada más hilarante y alocada. Justo antes de Cristo se despide con su marca inconfundible jugando a explorar dónde están los límites del humor y proporcionando a la plataforma una serie cómica y entretenida. Solo subrayar, por último, que la coincidencia de su estreno en plena crisis del coronavirus y su inicio (un virus desconocido y altamente contagioso que acecha a los tracios) es mera casualidad, pues ya estaba rodada.
Firma: Patricia Amat
Género: Serie
Subgénero: Comedia
Año: 2020
Cadena: Movistar Plus+
Intérpretes: Cecilia Freire, César Sarachu, Eduardo Antuña, Julián López, Luis Gámez, Priscilla Delgado, Xosé Antonio Touriñán
Presentador: -
Manio Sempronio sigue en Tracia, en la Legión de Cneo Valerio. Acompañado por su esclavo, continúa revolucionando el campamento con sus meteduras de pata. Mientras los altos cargos planean la estrategia de batalla, él procura limpiar el buen nombre de la familia y recuperar el honor de su padre, el Magnífico.
Título original: Justo antes de Cristo
Creador: Juan Maidagán, Pepón Montero
Director: Borja Cobeaga, Nacho Vigalondo, Pepón Montero
Guión: Juan Maidagán, Pepón Montero
Productora: Movistar
Duración: 25'
País: España
Temporada: 2