Hit & Run

Netflix estrenó Hit and Run, un thriller en inglés y hebreo, ambientado entre Israel y Estados Unidos, de los creadores de Fauda donde el protagonista vuelve a ser Lior Raz.

La pretensión inicial es buena: trasladar al espectador una sensación de tensión, persecuciones intensas y jugar con la indefensión de un extraño en Nueva York. Un protagonista acosado por saber la verdad y un mundo oculto lleno de mentiras incentivan para llegar al final del misterio. Pero esta propuesta se queda en una mera intención, porque no logra transmitir el drama que vive Segev.

Sin duda, la historia resulta atractiva, pero el problema es que el desarrollo no consigue dar esa veracidad que necesita. Hit & Run funciona razonablemente bien al principio, engancha y se quiere saber más. No obstante, al cabo de tres capítulos, cuando la trama se traslada a Nueva York y Segev busca cruzados para su causa, flaquea.

Además, el guión incluye demasiados tópicos que hay que desenredar y la narración se compone de giros y más giros. Algunos son razonables y razonados, otros son porque sí. De hecho, esos continuos cambios parece que solo estén de relleno para cumplir con una duración cerrada de antemano.

Esta primera entrega consta de nueve capítulos y son demasiados. Su duración y el constante vaivén de los contenidos conducen a que la trama se vuelva, en ocasiones, confusa. Tampoco ayudan los flashbacks, ya que no revelan datos necesarios para comprender el presente. Lo cierto es que podrían haber sido más consistentes y solo se quedan en meras pinceladas.

Lior Raz borda las escenas de acción, que son lo suyo, pero por lo demás deja mucho que desear y no hay ningún actor o actriz que destaque, salvo Moran Rosenblatt en el papel de policía israelí, prima de Segey. Quizá es el personaje más creíble.

En definitiva, Hit & Run se queda en un “quiero y no puedo” abierto ante la posibilidad de que llegue una segunda temporada.

Firma: Rosa María Aguilar