La vida sobrenatural ha perdido su atractivo. Ahora, lo que se lleva es el materialismo y la tibia comodidad. Un ángel y un demonio harán lo imposible por evitar el Apocalipsis en esta irónica comedia. Nada de tomársela en serio.
Ángeles y demonios. Luz y oscuridad. El bien y el mal. La eternidad y lo temporal. Todo tropieza en Good Omens. Esta sátira –que mantiene un equilibrio razonable entre crítica y respeto– revoluciona el mundo espiritual y se apega al mundo material. Así, ni los ángeles son tan buenos, ni los demonios tan poderosos, ni los humanos tan insignificantes. Todos se encuentran en una niebla de grises que impide tomar partido por el más allá.
El argumento –salvando algunas interpretaciones libres sobre el Apocalipsis y sobre verdades de fe católicas– propone una paradoja de la que se pueden extraer interesantes titulares: el tiempo en la Tierra no es eterno, todos tenemos oportunidades para redimirnos, existe el pecado, se puede llegar a la aceptación del bando opuesto, hay trascendencia en nuestras aciones, etc. Un fondo nada despreciable para una forma de humor ligero con frecuentes toques de ingenio.
Basada en la novela de Terry Pratchett y Neil Gaiman (en castellano Buenos presagios), este último ha sido el encargado de llevarla a la pequeña pantalla, como homenaje y última voluntad del fallecido escritor británico. Pratchett fue conocido por sus novelas de ciencia-ficción y, en especial, por su serie del Mundodisco. Sobre este universo creado por Pratchett, en 2020 Movistar+ emitió La guardia, una serie que creo cierta polémica entre los seguidores del padre del Capitán Vimes y sus secuaces.
En esta loca propuesta angelical destaca la inmejorable armadura de sus protagonistas. Las maravillosas recreaciones de un ángel dubitativo y un demonio sensible están en las grandes manos (interpretativamente hablando) de Michael Sheen (Prodigal son), como ángel, y David Tennant (Broadchurch), como demonio. Ambos son un motivo para ver la serie y disfrutar de sus peripecias. A ellos, también se suman un conjunto de personajes secundarios que, en general, no defraudan.
Además, en Good omens descubrimos esas conversaciones que nada tienen de simples y que, incluso, esconden ironías fáciles de obviar si uno no es ducho en temas bíblicos. Los diálogos estimulan la acción. Una acción que, entre locuras, desvaríos y al ritmo de Queen, conquista por sus planificadas ocurrencias y su originalidad. La serie nos trae un universo particular, con una visión que deforma la realidad en todos sus ámbitos. Sólo la omnipresente ideología de género nos recuerda la real insensatez actual.
Con todo y dejando religiones e ideologías al margen, es fácil entrar, disfrutar y conectar con esta estrafalaria propuesta donde nadie queda libre de culpa, pero donde todos tienen la oportunidad de hacer algo bueno. En fin, lo que viene siendo la vida humana desde sus inicios… ¿verdad, Eva?
Firma: Mar Pons
Aziraphale (Michael Sheen) y Crowley (David Tennant), ángel y demonio, habitan en el mundo desde su creación. Algo más de veinte siglos son suficientes para que estos seres sobrenaturales se acomoden a la vida humana. Durante este tiempo han hecho milagros y provocado tentaciones, han protagonizado los momentos históricos más relevantes, han influido en catástrofes y éxitos de la humanidad pero, sobre todo, se han hecho amigos.
Llega el momento del Apocalipsis. Los Cuatro Jinetes están a punto de cabalgar juntos. La eternidad planea la batalla mortal contra lo temporal. El señor de las tinieblas ha enviado a su anticristo y todo marcha según las predicciones de la bruja Agnes la Chalada. Pero nadie le ha pedido opinión a Aziraphale y a Crowley. Si fuera por ellos, el mundo seguiría existiendo para siempre. Este es el resultado de vivir tanto tiempo entre humanos que, al final, les han cogido cariño.
Ni el ángel ni el demonio están dispuestos a perder su cómoda forma de vida, así que, juntos, planean un boicot contra los ejércitos celestiales y las tropas de la oscuridad. Claro que, aunque no lo sepan, también cuentan con la ayuda de la descendiente de Agnes la Chalada, Anathema Device, el joven, Adán Young y el caza brujas, Newton Pulsifer. Misión: evitar el Apocalipsis.