¡García!

Es la adaptación del cómic homónimo de Luis Bustos y Santiago García. Esta serie, como casi todas, tiene sus virtudes y sus defectos. Empezando por lo último, hay momentos en los que se echa en falta más talento interpretativo, menos vocabulario barriobajero y alguna propuesta más solvente en la resolución de conflictos.

Para dar con sus virtudes solo hace falta entrar en sus aventuras imposibles, aliarse con Emilio Gutiérrez Caba (el antagonista perfecto) y dejarse llevar por una narración que nos arrastra del presente al pasado y nos recuerda de dónde venimos.

Las filmaciones de los años sesenta se realizan con destreza y ayuda la banda sonora que invade la narración. La escenas de acción en movimiento, la pelea en el Valle de los Caídos (con metáfora visual incluida y complicada de catalogar) y algunas locas propuestas (como el coche en propulsión) encajan en ese aire de cómic que envuelve todo el producto.

En el aspecto político ¡García! dispara su crítica (o ironía) hacia todos los bandos. Lo bueno es que no se posiciona de forma radical ni justifica lo injustificable. Y, así, todos contentos. Por tanto, una vez hemos pactado con su procedencia del cómic, García ya es el nuevo super héroe al que nos gusta seguir solo para pasar el rato, sin complicaciones y con humor.

Firma: Mar Pons