Fleabag

Phoebe Waller-Bridge se ha convertido en un fenómeno mediático tras su actuación en Fleabag. Salió triunfadora en la última gala de los Globos de Oro llevándose los premios a la mejor actriz de comedia y a la mejor serie cómica. Todo un logro para una serie discreta. Gran parte del triunfo se debe a la manera que la protagonista tiene de cuestionar al público sobre su acciones. Fleabag es una adolescente en un cuerpo de 30 años. Acaba de perder a su mejor amiga y es incapaz de tener una relación estable sin que estalle continuamente en continuas crisis. Cuenta con la ayuda de su hermana, una brillante ejecutiva casada con un ruso mezquino.

Fleabag no sabe tratar los temas importantes con seriedad. El amor, la religión, la sexualidad o el racismo son abordados desde una perspectiva cínica y siempre políticamente incorrecta. Fleabag no cree en nada, no tiene principios porque no tiene capacidad para comprometerse consigo misma. En los primeros episodios vemos que no puede amar y ser correspondida, su búsqueda compulsiva de compañía masculina y la relación tóxica que mantiene con su hermana Claire.

Phoebe Waller-Bridge echa mano de un humor descarnado donde ningún tema queda libre de la crítica o la burla. La creadora de la serie –también protagonista y directora– explica que para ella fue fundamental que su personaje pudiera cuestionarse sus actuaciones frente de la cámara, de manera que el espectador se convirtiese en juez de sus comportamientos. Aunque, en realidad, pronto comprobamos que no se trata más que de un juego teatral pues no hay en la serie ninguna intención didáctica. Un éxito basado en parte a la buena interpretación y a las salidas de tono de la protagonista.

Firma: Llorenç Ramis