Un título que pasa desapercibido pero que cumple a la perfección su objetivo de entretener a una audiencia familiar.
Michele Fazekas y Tara Butters (Resurrection, Agente Carter, Hawai 5.0) llevan a la pequeña pantalla esta mezcla de drama familiar con apuntes paranormales y conspiraciones gubernamentales. Para disfrutar de Emergence hay que tener claro a qué nos enfrentamos.
No cabe duda de que no estamos ante una superproducción, ni lo pretende. Además, no contiene ningún elemento que la eleve por encima de otros títulos y, sobre todo, su argumento suena a otros tantos ya vistos. No obstante, si lo que vamos a buscar, entre tanta oferta, es un espacio de entretenimiento –incluso familiar– en Emergence encontramos un oasis de “normalidad”, a pesar de su ingrediente paranormal. Es decir, este título atrae por la sencillez tanto de su estructura como de su mensaje.
Así, la serie protagonizada por Allison Tolman (Fargo) suma elementos básicos (el drama, las relaciones familiares, los temores y los anhelos universales) a una estructura clásica que, a medida que crece la historia, nos convence justamente porque no pretende convencernos.
Al final, parece que sus creadores nos digan “te ofrecemos esta historia y nos gustaría que te gustase pero, si no lo conseguimos, ve a por otra”. Quizá es esta sensación la que permite al espectador no juzgar con dureza un título que, sin duda, tiene sus pequeños defectos. Unos defectos que, por otro lado, se compensan con una trama fresca, limpia, con toques de misterios, sorpresas, cariño familiar y unos personajes que se esfuerzan por hacer lo que consideran correcto. Nada de artilugios narrativos ni de atraer nuestra atención a golpes de efecto.
Lo dicho, Emergence es un oasis de entretenimiento familiar para pasar el rato sin pensar demasiado y dejarse llevar por una historia donde destaca la ternura de sus protagonistas y el deseo de pertenencia a un lugar y a una familia que todos llevamos dentro.
Firma: Mar Pons
Jo Evans es jefe de policía en Long Island. Una noche se despierta por los llamativos efectos que produce un accidente de avión en la playa. Al llegar hasta allí en plena madrugada, los trozos del malogrado avión están desperdigados por la costa. Por el resultado de la catástrofe no parece que nadie haya podido sobrevivir. Sin embargo, Jo descubre a una niña agazapada entre las dunas.
Después de una revisión médica y de no poder dar con su familia, la agente Evans decide acogerla en su casa. La pequeña no recuerda nada de lo sucedido, ni de dónde viene ni cómo ha llegado hasta la playa. De hecho, no es capaz ni de recordar su propio nombre. Jo decide llamarla Piper.
Evans, que está tratando de llevar lo mejor posible su reciente divorcio con Alex, tiene una hija de quince años, Mia, y junto con ellas también vive Ed, el padre de Jo. La aparición de Piper supone una revolución en la familia ya que la recién llegada es más que una simple niña huérfana.
Pronto, el accidente de avión solo será el inicio de una larga y compleja investigación que vas más allá de lo que la humanidad ha conocido hasta ahora.
