El resort

Un libro, variados dramas vitales y un poco de filosofía básica sirven para componer este relato que combina con éxito la comedia, el misterio y la ciencia ficción.

Sin profundizar demasiado, la serie juega con conceptos sobre el tiempo, el amor, la amistad, la familia, la fidelidad, la esperanza y lo sobrenatural. Algunas cuestiones quedan en el aire para que el espectador las interprete a su manera. Pero, sobre todo, El resort propone un viaje de transformación y de apertura a lo inexplicable.

No hay duda de que el mayor y mejor reclamo de esta ficción son sus personajes. De entre todo el elenco destaca el maravilloso Baltasar Frías (Luis Gerardo Méndez), un hombre anulado por la popularidad y el poder de su familia. En el trabajo de diseño de personajes se advierte la preocupación de dotarlos a todos con algún drama y la historia propone obstáculos para su evolución personal.

Como siempre, el esfuerzo por plasmar la diversidad, su creador (Andy Siara) reúne en El resort diferentes razas y diversas tendencia sexuales. Todo muy políticamente correcto. Quizá, la figura menos atractiva sea Emma, una mujer poco empática que, contra viento y marea, persigue sus objetivos sin mirar a su alrededor.

La historia, por su parte, aporta la intriga de lo desconocido, y sabe cómo mantener la tensión sin crear excesos dramáticos o enrevesados inventos paranormales. Basta con la distracción de un tiempo en movimiento y la existencia de un lugar donde todo se encuentra.

Gracias a un final que da respuestas, ver la serie se convierte en una experiencia amena, que proporciona un entretenimiento refrescante y de la que podemos disfrutar en cualquier momento del año. Y, si no fuera por el abuso del alcohol y de algún que otro elemento más adulto, El resort sería un buen espacio para la audiencia más joven. Una lástima.

Firma: Mar Pons