Community

Community es una comedia que pasó por España sin pena ni gloria por el canal AXN de Sony TV hace casi diez años y que ahora PrimeVideo, el canal de Amazon, ha recuperado para alegría de sus seguidores. A través de sus seis temporadas, seguimos a un grupo de losers que coinciden en un Community College de California, una especie de escuela para adultos que no han podido acceder a la universidad.

El protagonista es Jeff Winder un abogado encantador y caradura al que le han pillado sin el título. Jeff afronta los tres años que le quedan en aquel lugar como una especie de condena, por eso cuando conoce a Britta, una atractiva activista, decide organizar un grupo de estudio de español para conquistarla. Lo que no espera es que Britta, quien se ha dado cuenta de las intenciones de Jeff, ha invitado a los compañeros de la asignatura. El aspirante a abogado descubre que, sin quererlo, se ha convertido en una especie de líder de un grupo de fracasados que pronto llegará a ser una especie familia.

Lo mejor de la serie es la disparidad de caracteres de los siete actores protagonistas: ya hemos hablado de Jeff y de Britta; Annie es una estudiante brillante y puntillosa a la que la echaron de las pruebas de acceso a la universidad por doparse; Shirley es una madre afro-americana con dos hijos para quien lo único importante es la fe y la bondad… hasta que se enfada; Pierce es un hippie pasado de moda que no lleva bien su vejez; Troy iba para jugador de fútbol profesional hasta que una lesión le dejo sin beca y universidad. Y por fin, Abed, indio, nerd, asperger amante del cine que entiende la vida como una película y así vive muchos de los episodios.

Community tiene dos características que, a mí entender, la colocan por encima de muchas de las sitcom: en primer lugar el juego metacinematográfico de los capítulos. Por ejemplo, el episodio donde el grupo harto de quedarse sin los sticks de pollo de la cafetería decide infiltrar a Abed en la cocina para controlar el negocio. De una manera muy ingeniosa, estamos ante una película de mafia, con todas las características del género: la voz en off, el chaval que trabaja para el mafioso y se hace con el negocio, la lucha entre familias. Otro ejemplo es el capítulo donde se organiza un paint-ball en el campus y que acaba siendo una auténtica Jungla de Cristal.

La otra característica que lo hace especial es que todos los episodios hablan de la amistad, de la sinceridad entre amigos, de lo que une y ayuda; sin moralismos, porque todo está enfocado desde la perspectiva del humor y dentro de la trama del episodio, pero sin el cinismo que encontramos en la mayoría de comedias actuales. En Community no hay miedo en mostrar comportamientos ejemplares o egoístas con una enseñanza clara. Eso no significa que la serie sea una guía de moral. Las bromas sobre el comportamiento sexual o sobre el consumo de drogas blandas aparecen como en otras comedias, pero en ningún caso son abundantes, ni explícitas y siempre reciben una crítica por parte de los otros.

Por último, hay que advertir que el gran nivel de las tres primeras temporadas desciende a partir de la cuarta. Pero quien haya llegado hasta allí, será incapaz de dejar de ver las historias del grupo de estudio de español más divertido de la tele.

Firma: Llorenç Ramis