Basurete

Basurete recoge las mejores intenciones de unos guionistas empeñados en retratar un mundo amable y original. El hecho de rodear al joven protagonista humano de diferentes personajes, como un camión de la basura o una rata, demuestra que nada es imposible en esta ficción.

Las historias de Basurete cuentan con un aprendizaje en cada capítulo y, de ellas, también se desprende la importancia de tratar bien a todo el mundo, sin tener en cuenta las diferencias entre unos y otros.

Lo más llamativo es que en esta serie lo difícil se hace posible y que las cosas pueden ser diferentes si nos lo proponemos de verdad. Por ejemplo ¿quién piensa que un camión de la basura no puede volar? Pues Hank consigue que su amigo Basurete recorra el cielo gracias a la creatividad y al trabajo en equipo.

Noches de acampada, juegos y descubrimientos forman parte de la vida de estos amigos que están ayudando al pequeño Hank a crecer. Un paseo por la infancia y la imaginación que, seguramente, cautivará al público preescolar. Sin embargo, a los adultos puede que nos parezca algo exagerada y totalmente carente de veracidad.

Con todo, este espacio fomenta grandes valores a pesar de las irreales ideas que se llevan a cabo en cada episodio. Además, ayuda el hecho de que Basurete se desarrolle con un ritmo natural, sin excesos ni prisas. Es, en definitiva, una propuesta agradable y ocurrente que se deja ver con facilidad.

Firma: Mar Pons