Basado en una historia real

Craig Rosenberg (The boys), creador y guionista, selecciona los ídolos modernos de la felicidad afectiva, el dinero fácil, el status y la eterna juventud y los relaciona con la extravagancia, no tan moderna, de la atracción por el crimen. Basado en una historia real representa una crítica a la sociedad norteamericana, pero que cualquiera puede aplicarse.

La pareja protagonista lleva el peso de esta loca comedia que se ofrece en cortos episodios, muy fácil de consumir. Tanto Kaley Cuoco (The Big Bang Theory) como Chris Messina (Argo) contagian su locura a través de sus divertidos diálogos y ridículas personalidades.

Esta sátira tiene grandes aciertos y algún que otro exceso innecesario. Entre los aciertos nos llega esa maravillosa visión, no exenta de realismo, sobre la fascinación casi obsesiva hacia los crímenes reales y su puesta en escena (¡magnífica convención!), el hastío de la gente corriente con vidas corrientes en busca de algo que les saque de la rutina, las amistades de usar y tirar, la purpurina de las redes sociales y los abusos que facilita el dinero.

Por otro lado, irrumpen desmanes que nos recuerdan que la ficción perfecta no es fácil de encontrar y, a través de ensueños y visiones, los personajes pierden un poco el norte y empañan la frescura de la trama original.

En conjunto, Basado en una historia real en una comedia para ver en clave de comedia, que no persigue moralizar ni hacernos pensar más allá de lo que muestra. Un producto para entretener a una audiencia adulta en busca de humor fresco y algo transgresor.

Firma: Mar Pons