Una curiosa y poco comercial adaptación de la famosa novela de Agatha Christie a la que le sobran minutos y le falta tensión.
Con este título, ya son cinco las adaptaciones de los relatos de la escritora inglesa, conocida como la reina de la novela de misterio, que ofrece Movistar+. Testigo de cargo, Inocencia trágica, El misterio de la guía de ferrocarriles y La verdad del crimen forman parte del catálogo de miniseries dedicada a Agatha Christie. En esta ocasión, el rocambolesco juego que ofrece Diez negritos es perfecto para este formato.
Diez personajes desconocidos entre sí; diez vidas que esconden secretos; diez (o más) crímenes que pesan en la conciencia y diez vidas que se enfrentan a un trágico final, todo esto es Diez negritos. No obstante, el relato va más allá del puro misterio. En esta ocasión, los protagonistas son la culpa, el remordimiento y las consecuencias de aquellos actos que atentan contra la misma naturaleza humana. Y es que, arrebatar una vida –además de ser una de las peores decisiones– trae consecuencias ineludibles a corto y a largo plazo.
Todo esto se desprende de esta adaptación a la que, quizá, se le puede recriminar un par de cosas. A nivel artístico, técnico, de ambientación, vestuario y demás es justo aplaudir el trabajo elegante, detallista y sugerente que envuelve la narración. Sin embargo, a los espectadores que busquen una ficción fácil y ligera, les puede ahuyentar el componente más psicológico de la trama, los repetitivos saltos al pasado y un áurea de miseria humana que se desata sin control y cuyas consecuencias son irreversibles.
En definitiva, este título entretiene y está bien hecho, pero la batalla que mantienen la maldad, la desesperanza, el egoísmo y la inmisericorde justicia deja un regusto agridulce. Este hecho puede ser para algunos un peaje que no quieran pagar y, sin embargo, para otros puede resultar la ocasión de jugar con la autora a ser jueces, claro que desde la distancia y comodidad del sofá.
Firma: Mar Pons
Mr. y Mrs. U.N. Owen invitan a ocho personas a pasar un fin de semana en su casa situada en Soldier Island. De esta forma, un mujeriego, un juez, un médico, una mujer mayor, una secretaria, un general, un mercenario y un inspector llegan a la solitaria casa de la también solitaria isla.
Ninguno de ellos recuerda o admite conocer a sus anfitriones y la curiosidad de encontrarse con ellos debe prolongarse por un tiempo, ya que el clima impide a los Sres. U.N. Owen llegar a tiempo para la cena.
Mientras tanto, el misterioso matrimonio Rogers, encargado de cuidar la casa y servir a los nuevos huéspedes, recibirá y acomodará a los invitados. Todo está planeado y cuidado hasta el último detalle. De esta forma, estos días de vacaciones podrían haber sido muy provechosos si no fuera porque, aunque no lo sepan, les ha llegado a todos la hora del juicio final.