30 monedas

30 monedas lleva el sello de su director, Álex de la Iglesia. Por tanto, ya sabemos que veremos sangre a raudales y criaturas extrañas y viscosas a los largo de los ocho capítulos que dura esta miniserie.

El argumento es quizá lo menos relevante de todo el montaje. Ni qué decir tiene que no hay que prestarle mucha atención si queremos disfrutar del resto. Y es que, para alargar el argumento, se introducen tramas que no llegan a ningún lado y que funcionan, simplemente, para dar cabida a monstruos, brujas, magia, asesinatos, persecuciones y, por supuesto, dosis de terror.

Los puntos fuertes de esta ficción se centran en su ambientación, en una cuidada puesta en escena, en los recursos suficientes para hacer plausible lo irreal, en unos personajes convincentes (algunos más que otros), en su buen reparto y en unos toques de humor certeros.

Tanto Eduard Fernández como el resto del elenco –Miguel Ángel Silvestre, Megan Montaner, Macarena Gómez y Pepón Nieto– funcionan bien en esta narración que bambolea a sus protagonistas y que enfrenta luz y oscuridad a través de un espejismo de verdades ocultas. En este sentido, solo se les puede reprochar a sus guionistas que prescindieran tan pronto de Carmen Machi y de su inquietante y prometedor personaje.

A nivel de guion, 30 monedas no es una historia redonda, ni siquiera se le aproxima. Sin embargo, el envoltorio, los protagonistas, las dosis de terror, las conspiraciones religiosas y las angustias vitales que entran en juego distraen y emocionan. Un título para los seguidores del universo de su creador.

Firma: Mar Pons