Bakugan

Esta animación japonesa tiene su origen en un juego estratégico de cartas y miniaturas cuyo propició su adaptación en la televisión. Bakugan gira alrededor de uno de los eternos tópicos del anime, la lucha entre el bien y el mal, la inmediata consecuencia de la cual en la ficción es una elevada carga de acción y violencia que, en este caso, no llega a los ofensivos niveles otras series de temática similar. Probablemente, el aspecto más discutible sea el tratamiento de esta violencia y del combate a través de un tono lúdico. Los enfrentamientos entre Bakugans son el deporte y el pasatiempo “oficial” de los protagonistas, que están completamente obsesionados por luchar y vencer a través de los poderes de sus mascotas, y entre ellos se establece una rivalidad peligrosamente exagerada.

En cuanto a sus formas, no se aprecian novedades ni aportaciones especiales al que ya se ha visto hasta ahora en las animaciones japonesas. Sus creadores se decantan por unos dibujos repetitivos, poco elaborados y carentes de originalidad, y hacen uso de una constante excitación de los sentidos del espectador mediante múltiples efectos visuales, sonoros y lumínicos que rozan la psicodèlia por momentos.

A nivel argumental, Bakugan no destaca por su variedad de ideas ni por sus recursos narrativos, aunque tampoco parece necesitar demasiado de ellos para crear un mundo en el que lo realmente importante es la lucha y batir al contrincante. Las razones que lleven en el combate son lo de menos.

Firma: Juan Xipell