Miniserie que revive el asalto real al Banco Central de Barcelona, combinando una perspectiva histórica con una cuidada recreación artística. Un relato envolvente, sostenido por un elenco que aporta credibilidad a los personajes.
Tres meses después del 23F, un grupo de encapuchados que se hacen llamar “número uno”, “número dos” y así hasta once, asaltan el Banco Central de Barcelona exigiendo la liberación de Tejero y otros implicados en el golpe de Estado. Con este arranque, Daniel Calparsoro —director con una sólida trayectoria en el cine de acción comercial (Todos los nombres de Dios, Cien años de perdón)— reconstruye un episodio real que ya había sido contado en pantalla en 1983 con Asalto al Banco Central, de Santiago Lapeira.
El guion de Patxi Amezcua resulta uno de los grandes aciertos: consigue sumergir al espectador desde el primer minuto en una atmósfera cargada de tensión, desde la sucursal hasta los despachos del Gobierno central, pasando por la redacción o el cuartel. La fotografía, con su paleta de tonos amarronados y grisáceos, refuerza el clima opresivo y deja entrever en cada rostro —ya sean rehenes o asaltantes— la angustia del momento, logrando un retrato convincente de aquellos días convulsos. No se trata de una fantasía efectista al estilo de La Casa de Papel, sino de un relato anclado en la realidad reciente de la España postfranquista.
El reparto también brilla con fuerza. Entre los jóvenes destacan Miguel Herrán, que imprime intensidad al “número uno”, y María Pedraza, convincente como Maider, una periodista vasca recién llegada a Barcelona. Entre los veteranos, nombres como Tito Valverde y Roberto Álamo aportan solidez y dramatismo. La dirección artística y la selección musical coronan el conjunto: los acontecimientos violentos se ambientan magistralmente y las canciones populares del momento —desde Super Superman de Miguel Bosé hasta Rumore de Raffaella Carrà o Aquellas pequeñas cosas— destilan un aire muy de época.
En definitiva, se trata de una producción que sabe conjugar entretenimiento y rigor histórico, posicionándola como una serie que mantiene la tensión del espectador de principio a fin y convence por su audacia y realismo.
Firma: Rocío Montuenga
Tres meses después del fallido golpe de Estado, un grupo de encapuchados toma el Banco Central de Barcelona. Lo que parece un acto de reivindicación política pronto revela motivaciones ambiguas.
Mientras tanto, Maider, una joven periodista recién llegada a la ciudad, y Berni, su experimentado compañero, siguen la pista del asalto desde dentro y fuera de la redacción, logrando información privilegiada.