Con el sabor de los clásicos

Combinar cultura japonesa con lo clásico es un cóctel difícil de rechazar. Y es que lo retro y vintage está más de moda que nunca. Lo vemos en el arte, en el cine, en la televisión, en la moda y hasta en los videojuegos. Además de la gran cantidad de remakes y remasters que nos llegan (los Resident Evil, Final Fantasy VII, etc. sirven como ejemplo, pero hay muchos más), los juegos indies han cambiado gran parte de la industria. Estos, que han nacido en pequeños estudios independientes y con un presupuesto muy limitado, presentan una estética clásica y pixelada que no pretende competir con las grandes producciones. Sin embargo, consiguen encontrar su sitio en el mercado gracias a una jugabilidad sencilla y divertida, como en los clásicos de antaño. لعبة بلاك جاك تحميل

Títulos como Rogue Legacy 2, Infernax, Sifu, OlliOlli World, Windjammers 2 o Huntdown son un claro ejemplo de la calidad que pueden alcanzar los juegos indie.

Pero, entre todos, hay uno que tiene el privilegio de seguir, año tras año, en lo alto del candelero. Se trata de Minecraft. El juego de Mojang surgió de la nada y, en pocos meses se había convertido en todo un éxito entre el público. العاب اندرويد ¿Qué importaba si sus gráficos poligonales eran demasiado sencillos? مواقع قمار Lo cierto es que la diversión primaba por encima de la tecnología por primera vez en mucho tiempo. Lo mismo ocurre, nos guste más o menos, con Fortnite.

Cada vez son más los fans de la cultura japonesa y, por extensión, de los videojuegos.

Pero esta tendencia nostálgica no se queda solo en las tiendas o los salones de nuestra casa. También la hemos podido ver también estos días en una nueva edición de la Japan Weekend de Barcelona (celebrada, una vez más, en el recinto de la Farga de L’Hospitalet de Llobregat). Tras un tiempo convulso por culpa de la pandemia, esta feria local (con el espíritu del Salón Manga de antaño) mantiene todo el aroma japonés unido a la cultura freak. Entre stands con innumerables figuras de animes, cómics, llaveros, películas, etc. me llamaron la atención dos cosas: por un lado, un stand con exposición de Mazinger Z que rezumaba aroma retro por todos lados; por otro, la cantidad considerable de actividades de música y baile de corte japonés que aderezaban la estancia.

Algunas de las exposiciones de esta edición de la Japan Weekend de l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) celebrada en la Farga.

Y, por si fuera poco, en todas las paraditas, una sección de videojuegos retro, pequeña pero muy resultona. Juegos de Spectrum, Comodore, NES, Super Nintedo, Mega Drive y todo tipo de maquinitas emuladoras de aquellos grandes éxitos. Eso sí, no demasiados juegos de PS4, XOne. Es de alabar que tengamos esta sección dentro de la Japan Weekend cuando llevamos ya tres largos años sin ninguna edición de la Retro Barcelona, la feria dedicada al videojuego clásico y que formaba parte del Barcelona Games World.

Evidentemente, la temática videojueguil era un a más a más de la Feria, pero demuestra la buena salud de este sector (que ya cuenta en Barcelona con otros eventos como Fnac n Pixels o Retromaniacs). Este aire clásico se suma al de la propia Feria, la cual nos pareció todo un acierto, sin pretender competir con el Salón del Manga.