El menor desprotegido frente a la publicidad de apuestas deportivas

En España, como aparece en el resumen del informe anual de la Dirección General de Ordenación del Juego, la inversión realizada por las casas de apuestas online en publicidad y marketing a lo largo de 2018 fue de 328 millones de euros, un 48% más que el año anterior. La publicidad transforma las realidades de la ludopatía en una forma de entretenimiento y normaliza una práctica con consecuencias potencialmente peligrosas.

Desde la Fundación Aprender a Mirar y la Asociación de Consumidores de Medios Audiovisuales se ha elaborado un informe que estudia el peligro de la publicidad y la normalización de las apuestas como parte de la experiencia deportiva.

Después del análisis de partidos emitidos y del seguimiento de las principales cabeceras deportivas del país en su versión digital, se han podido recopilar datos que ilustran la situación actual respecto a la promoción de las apuestas deportivas. Estos resultados han sido acompañados de una revisión de la legislación, que se revela insuficiente, ambigua y favorecedora de las casas de apuestas y que ha hecho notoria la necesidad de pedir una actualización que contemple el nuevo paradigma social y audiovisual.

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Menores desprotegidos

El informe destaca que un documento del Consejo de Colegio de Médicos de Cataluña acerca de las apuestas online, afirma que el 37% de los jugadores patológicos comenzaron su conducta adictiva antes de la edad legal. Los estudios indican que los adolescentes (entre 14 y 17 años) creen que las apuestas deportivas son una actividad implícita al deporte y las consideran una experiencia social: reunirse con amigos, apostar por diversión, poder ganar dinero fácilmente y sin riesgos.

Desde una perspectiva psicológica, internet proporciona una realidad alterna y otorga la sensación de inmersión y de anonimato que muchos jóvenes encuentran gratificantes. El juego puede convertirse así en un medio de escape para manejar la presión de la adolescencia y desconectar del mundo exterior. Hay una relación entre la regulación emocional y las conductas impulsivas del juego patológico.

Si una generación de jóvenes crece observando el juego como una práctica normalizada, los daños generados pueden perdurar durante un largo periodo de tiempo. La ludopatía como problema social tiene que ser tratada en sus raíces a través de programas de prevención y la prohibición de su publicidad. Reparar los daños de la adicción a posteriori es una tarea casi imposible, puesto que muchos de los efectos negativos son irreversibles.

Se tienen que tomar las medidas necesarias para evitar que la ludopatía se convierta en la adicción dominante de la sociedad española y en un impedimento del óptimo desarrollo cognitivo y emocional del menor. Desde la Fundación y la Asociación incluimos durante este último curso, dentro de nuestro Programa de Educación Audiovisual, talleres de prevención de ludopatías y de fomento del pensamiento crítico frente al agresivo marketing de experiencia deportiva asociada a las apuestas.

En definitiva, tal como se recoge en el informe, tanto la investigación como los mismos profesionales de la salud sostienen que hay que provocar un cambio social, legislativo, educativo y preventivo.

Aquí puedes leer el estudio completo y la nota de prensa enviada a los medios de comunicación y las entidades correspondientes. Síguenos en @ContrastEduca y ayúdanos a difundir esta petición.