El año 2018 nos ha dejado muchas y buenas series de producción propia y extranjera. sportfogadás online En este blog hacemos un repaso de las mejores historias de producción propia que nos ha ofrecido la pequeña pantalla.
La calidad se premia
Para empezar os destacamos las tres series nominadas en la categoría de Mejor Serie de 2018 en los Premios Zapping.
Una producción de Antena 3 y Bambú Producciones sobre el tráfico de drogas en los años 80.
Producida por Telecinco y Alea Media, José Coronado protagoniza este drama ambientado también en tierras gallegas.
TV3 y Arca audiovisual traen esta comedia negra para el público adulto.
De malos y buenos
No debe faltar en la parrilla algún thriller “made in Spain” que nos atrape hasta llegar al final.
Presunto culpable es una serie destacable por ser diferente, por estar bien hecha, por su propuesta visual, por dejarnos redescubrir a algunos actores y por dar un paso hacia nuevas historias, nuevas formas y nuevos ritmos.
Una sugerente propuesta audiovisual para adultos, basada en una novela biográfica, que cuenta con una sola temporada de doce capítulos.
Humor para todos los gustos
La comedia, un género complejo que nos ha regalado muy buenos momentos.
Estoy vivo estrenó segunda temporada en 2018. Manteniendo el tono humorístico, se introdujo un componente de misterio.
Adaptación de un largometraje prescindible que sabe sacar partido a los personajes y al guión.
Fallida apuesta de La 1 que podría haber cautivado a la audiencia familiar. Para pasar el rato.
Otros modos de contar historias
Salirse de lo establecido es siempre un riesgo y un reto y, a veces, tiene su recompensa. A los productores, ¡gracias por intentarlo! 22bet fogadóiroda
Cesc Gay presenta una historia con parajes helados, contrabando y abuso de poder. Un mundo corrupto con el que tropieza sin querer un hombre corriente. gyümölcsös nyerőgépes játékok
Singular tragicomedia, en cuatro capítulos, que persigue los sueños de un perdedor “de manual”.
Un drama en la época de transición que cuestiona los extremos políticos y las motivaciones personales.
Una comedia romántica trazada con los detalles estéticos precisos para triunfar, con una loable mirada hacia la trascendencia de uno mismo en los hijos, pero limitada por los efectos que los excesos de minutos provocan en el tono del guion.