A pesar del buen trabajo interpretativo y de ambientación, el film ofrece un análisis desequilibrado y apresurado de un personaje controvertido. Sin perspectiva ni documentación, parece un ejercicio de propaganda.
A pesar del buen trabajo interpretativo y de ambientación, el film ofrece un análisis desequilibrado y apresurado de un personaje controvertido. Sin perspectiva ni documentación, parece un ejercicio de propaganda.
Esta secuela del personaje Borat deja de lado la elaboración densa para presentar una comicidad rápida. El chiste fácil incide en perpetuar un humor del paleolítico, donde domina la mirada masculina.
Grozeva y Valchanov retornan con una nueva historia anclada en la desconocida, para nosotros, Bulgaria. Drama, realismo, humor y fina ironía son algunas de las muchas virtudes de su propuesta.