Justin Simien aprovecha la icónica atracción de los parques de Disney para construir un relato poco memorable a su alrededor. Con grandes actores y pinceladas de humor, es un film entretenido y correcto.
Justin Simien aprovecha la icónica atracción de los parques de Disney para construir un relato poco memorable a su alrededor. Con grandes actores y pinceladas de humor, es un film entretenido y correcto.
Una casa, un crimen, una herencia, mucho dinero por medio y un detective singular. Johnson sabe lo que hace con un guion solvente y unos actores que se lo tienen que haber pasado muy bien.
Más Millennium, con su trama delimitada por el espíritu vengativo, gris y patológico. Para amantes de la saga que acepten una rebaja en su tono explícito.