La reciente Palma de Oro en Cannes es un análisis anatómico de la imagen para indagar en la verdad y las relaciones de pareja. La directora construye loablemente el drama y el suspense, sin saber darle un cierre a la altura.
La reciente Palma de Oro en Cannes es un análisis anatómico de la imagen para indagar en la verdad y las relaciones de pareja. La directora construye loablemente el drama y el suspense, sin saber darle un cierre a la altura.
Una película donde la sugerente voluntad por reinterpretar que se plantea al inicio cae en una desatinada y apática ejecución. Una mirada moderna, a la par que fría, plana y sin sustancia, del conocido arquetipo del Don Juan.
Audiard sorprende con una propuesta que podría haber sido sugerente y profunda y se queda en un pobre retrato de cierta juventud contemporánea. Su obviedad desarma la promesa de una historia interesante.
Virginie Efira está brillante como protagonista de una trama repleta de complejas relaciones, en la que la directora maneja admirablemente una gran cantidad de detalles. Una emocionante historia de finales de los 50.