Una nueva comedia familiar de la mano de Santiago Segura que deviene un enredo sin gracia y una mezcla de impostados elementos. Pese a la voluntad de entretener y hacer reír, acaba por agotarse rápidamente.
Una nueva comedia familiar de la mano de Santiago Segura que deviene un enredo sin gracia y una mezcla de impostados elementos. Pese a la voluntad de entretener y hacer reír, acaba por agotarse rápidamente.
La segunda parte de las aventuras de unos niños en un tren es bastante parecida a la original, aunque con menos frescura. A pesar de su simpleza, conforma una propuesta amable para pasar un rato divertido.
Santiago Segura regresa con su propuesta cinematográfica cómico-familiar del verano. Menos sólida y blanca que sus dos predecesoras, mantiene el interés y entretiene, en especial la trama de adultos.