La tercera parte de la comedia francesa vuelve cargada del mismo humor que acompaña a la saga. Su continuación narrativa es un tanto forzada, pero logra el objetivo de amenizar y hacerlo pasar bien.
La tercera parte de la comedia francesa vuelve cargada del mismo humor que acompaña a la saga. Su continuación narrativa es un tanto forzada, pero logra el objetivo de amenizar y hacerlo pasar bien.
Los Verneuil vuelven con nuevos conflictos culturales para divertir a su público en una comedia que aprovecha los clichés de su predecesora. Sin más pretensiones, el film funciona bien como entretenimiento.
El director y guionista de Dios mío ¿pero qué te hemos hecho? retorna con una divertida historia que burla los estereotipos políticos del momento. Sin embargo, el conjunto del guión se resiente por los golpes de humor barato que salpican la trama.
Los Verneuil son un elegante matrimonio de provincias. Las bodas de sus primeras tres hijas no han sido como soñaban. El señor Verneuil -notario y […]