El film de Eli Roth no arriesga al reunir elementos habituales en las superproducciones de ficción. El resultado es una película entretenida con ritmo, toques de humor y algún giro de guion que quizá sorprende.
El film de Eli Roth no arriesga al reunir elementos habituales en las superproducciones de ficción. El resultado es una película entretenida con ritmo, toques de humor y algún giro de guion que quizá sorprende.
Lo que comienza como una crítica al consumismo y al capitalismo, acaba deviniendo un slasher previsible que disfruta haciendo hincapié en sus escabrosas escenas y disfrutando morbosamente de las matanzas perpetradas.
El gobernador de una región de la China feudal debe trasladar un cargamento de oro para las tropas imperiales atravesando una zona de la selva […]