
Julie Lerat-Gersant debuta con una película realista acerca de un grupo de madres adolescentes reacias a aceptar su futuro. A pesar de contar con numerosas escenas duras, deja hueco para la luz y la esperanza.
Julie Lerat-Gersant debuta con una película realista acerca de un grupo de madres adolescentes reacias a aceptar su futuro. A pesar de contar con numerosas escenas duras, deja hueco para la luz y la esperanza.
El film de Chie Hayakawa es a la vez escalofriante, por su cercanía a la realidad, y esperanzador. Con calma y realismo, la cineasta muestra las consecuencias de una vida sin respeto a la dignidad humana.
Aunque parece original, Prisioneros de Ghostland no es más que una vuelta de tuerca a varios géneros conocidos sin lógica en su guion. Algunos aciertos visuales alegran al espectador, pero acaban sin conducir a nada.
Un retrato inmersivo de la Semana Santa de Sevilla, respaldado por unas imágenes acompañadas con una grandilocuente banda sonora y un sobrio diseño de sonido. Sin embargo, no alcanza a despertar suficiente interés y se torna repetitivo.
Isabelle Huppert y Reda Kateb son los carismáticos protagonistas de un thriller político con denuncia social. El film logra despertar interés por cuestiones filosóficas alrededor de la integridad, la ambición y la labor pública.
Daniel Craig protagoniza una secuela que ha perdido la frescura, los giros sorprendentes y los chistes agudos de la historia original. A pesar de ello, el largometraje es un thriller divertido que se disfruta igualmente.
Su guion resulta ineficaz y simplista. La trama no se sostiene en comparación a sus predecesoras. Y a pesar de los buenos efectos especiales, no logra alcanzar una sensación de escalofrío en el espectador.
Sea por el destino o el azar, Julia vive todas las posibles derivaciones de su existencia a partir de pequeñas casualidades y encuentros, en este potente melodrama francés, tan intenso como la vida.
Este drama inglés de época con giros excesivamente sensuales tiene varios aciertos, pero un guion fallido. Aunque las interpretaciones y la fotografía son fascinantes, los personajes y la historia dejan bastante que desear.
Piedra noche aborda el duelo por la pérdida de un familiar de manera original, mezclando drama y fantasía. A pesar de ello, el resultado del conjunto final es lento, repetitivo y, por momentos, ligeramente inverosímil.