Pese a su intento de ser profunda y enrevesada, Los cinco diablos es un film simple y que tiende a la fantasía. No obstante, sus actuaciones y la dirección sacan a flote la película haciéndola disfrutable.
Pese a su intento de ser profunda y enrevesada, Los cinco diablos es un film simple y que tiende a la fantasía. No obstante, sus actuaciones y la dirección sacan a flote la película haciéndola disfrutable.
La película promete una serie de contextos, miradas y elementos que se pierden en una amalgama de tramas desorientadas, un enfoque extraviado y una inexistente razón de ser. Una desconcertante y tediosa experiencia.
Scorsese deslumbra con una adaptación planteada desde la máxima responsabilidad social. Este thriller incómodo, protagonizado por una magnífica tríada, busca destapar la atrocidad acometida contra los nativos americanos.
Las alocadas aventuras de los Mitchell ante la revolución de las máquinas plantean una reflexión interesante acerca de la tecnología y de la familia. El film mezcla los suficientes elementos como para llegar a una audiencia amplia.
Un drama con toques fantásticos y de misterio que, pese a sus buenas intenciones, no logra mantenerse firme y se deshincha. Los constantes subrayados de las intenciones subyacentes desentonan y debilitan el mensaje.
La película enuncia motivos visuales que resaltan importantes mensajes humanos, pero se estanca en la superficie, haciéndose pesada y mermando las posibilidades de lo que podría haber sido.
La película dirigida por Ofir Raul Graizer resulta desastrosa en su composición, ya que ninguno de sus elementos logra destacar ni contribuir de manera positiva al proyecto en su conjunto.
Con una remarcable dirección y una envolvente fotografía y banda sonora, este film consigue entretener. Aunque su desarrollo es confuso, el relato da suficientes herramientas para reflexionar críticamente.
La directora italiana deslumbra con una nueva fábula protagonizada por un increíble Josh O’Connor. Llena de lirismo y detalles, en su trasfondo hallamos una historia de amor y un cálido retrato social de soñadores.
Las montañas son el lienzo de esta historia de amistad, sobre el que se reconstruyen relaciones. Pese a su innecesaria literalidad, la película deja un bonito listado de cuestiones sobre las que reflexionar.