
La concentración de personajes dispares con diferentes situaciones personales y sociales en un hospital era prometedora. No obstante, el guion no logra proponer una historia redonda y la película acaba repitiéndose.
La concentración de personajes dispares con diferentes situaciones personales y sociales en un hospital era prometedora. No obstante, el guion no logra proponer una historia redonda y la película acaba repitiéndose.
Fran Torres se estrena en la gran pantalla con un largometraje centrado en la maternidad lleno de incongruencias, cabos sueltos y vacíos de guion que dejan al espectador con un mal sabor de boca final.
Sorprende este título palestino con sello feminista. Con un ritmo más lento al que nos tienen acostumbradas las películas de espionaje, reflexiona sobre los motivos que nos llevan a tomar decisiones.
Los perdonados muestra el contraste entre las condiciones de vida de los saharauis y la de los extranjeros adinerados viviendo que viven en la misma región. Pero No obstante, la falta de reflexión y empatía en los personajes no dejan claro el mensaje del film.
La enfermedad de una anciana y la visita de su nieta para cuidarla desencadenan una pesadilla de terror bastante efectiva. Sin embargo, el argumento es casi prescindible en este juego de elementos inquietantes y tenebrosos.
El paseo por la historia reciente de la familia Gucci y su marca de moda de lujo se convierte también en un llamativo recorrido por numerosas pasiones del ser humano. Scott dirige con buen pulso a un sólido elenco.
La hija es una propuesta que, sin profundizar en dilemas morales, plantea algunas reflexiones acerca de la maternidad. Es un thriller eficaz, con un elenco y una ambientación excelente, que mantiene en tensión hasta el final.
Aunque cuenta con un reparto y una fotografía sólidos, este largometraje a base de corderos enamora al espectador de gustos oníricos-extraños y deja de lado a una audiencia que espere lo verosímil y congruente.
Impactante drama en el que la montaña, la soledad y la existencia se funden en una historia mil veces contada, pero que no nos cansamos de revisitar. Eficaz y está bien interpretada.
La obra de Balzac llega a la gran pantalla con magníficas interpretaciones y decorados pero interrumpida por escenas de sexo y algo de desesperanza. Aún así, es ágil, divertida y propone una reflexión bastante actual.