Aunque el largometraje de Nicolas Vanier contaba con una serie de elementos sugestivos, el conjunto general resulta aburrido por los numerosos clichés y el humor poco elaborado de las conversaciones.
Aunque el largometraje de Nicolas Vanier contaba con una serie de elementos sugestivos, el conjunto general resulta aburrido por los numerosos clichés y el humor poco elaborado de las conversaciones.
A pesar de las posibilidades de su premisa, y el interés que despierta por revelar las verdades de un sistema corrupto, el film se percibe lento y aburrido en algunas ocasiones por su excesiva muestra de religiosidad.
El film de Juho Kuosmanen puede desalentar al principio, pero rompe los estereotipos de dos personajes excéntricos mientras construye una bonita relación a través de un viaje de transformación personal.
Musical basado en el de Broadway y nueva versión de la famosa película homónima de 2004. Puro entretenimiento por los pasillos de la jungla de este icónico instituto americano, especialmente dirigido a los fans de la primera entrega.
Sin ninguna novedad ni recurso original, Con canas y a lo loco es una propuesta comercial para pasar un buen rato. Tiene alguna secuencia ingeniosa, una protagonista divertida y resalta la importancia de ser uno mismo.
James Ball debuta como director en una película descuidada, poco profunda y con unos personajes predecibles. Aunque el tema es fundamental e importante el desarrollo de la cinta resulta inverosímil.
Jon Wright regresa a la pantalla con la adaptación musical de la célebre obra de teatro escrita por Edmond Rostand, y liderada por un espléndido Peter Dinklage que revive un film, en ocasiones, demasiado meloso y azucarado.
Una aventura sobre la búsqueda de la identidad y la resiliencia del espíritu humano. A partir de ahí, el film explora cómo la determinación y la orientación pueden encontrar un camino incluso en las situaciones más oscuras.
El film es una tórrida e inexplicable historia de meigas y brujería en la aldea de Lobosandaus en los montes de Galicia. El guion no está bien hilado y deja vacíos para la libre interpretación.
Aunque la propuesta de Arantxa Echevarría hace un retrato correcto de las crisis de identidad y los prejuicios sociales, no armoniza sus diferentes tramas y deja al público con la sensación de estar viendo algo sin sentido.