
A pesar de un inicio prometedor, el film va perdiendo efectividad a medida que avanzan las conversaciones en una cabaña del bosque. Parecía que Shyamalan iba a ofrecer más sorpresas de las que realmente quedan en pantalla.
A pesar de un inicio prometedor, el film va perdiendo efectividad a medida que avanzan las conversaciones en una cabaña del bosque. Parecía que Shyamalan iba a ofrecer más sorpresas de las que realmente quedan en pantalla.
Si Poker face se hubiera promocionado de otra manera, seguramente hubiera sido menos decepcionante para el público. Aunque Rusell Crowe es mejor actor que director, se puede disfrutar de su film de amigos jugadores de poker.
El film de Ali Abbasi es oscuro, perturbador y bastante explícito. El director expone con mucha crudeza los asesinatos de prostituas en Mashhad con buen ritmo y un elenco estelar que inquieta y angustia al espectador.
Aunque M3GAN tiene momentos perturbadores, probablemente no es la muñeca diabólica que esperaba cierto público. En general, el film se asemeja más a un drama sobre el duelo que a un producto de terror.
Josh Duhamel brilla como un encantador Gilbert Galvan, el ladrón con récord de robos consecutivos en bancos canadienses. El film tiene un tono agradable y construye un thriller correcto con toques divertidos.
Se trata de un relato sorprendente. Aunque tiene un planteamiento muy atractivo, No mires a los ojos pierde interés según avanza la historia y se descubren las peculiaridades de los protagonistas.
Esta adaptación del cuento original de Narciso Ibañez Serrador es una obra que aspira a la comedia con una historia de terror de base. Lamentablemente, es una combinación que para nada casa bien.
La adaptación de la novela de Pérez-Reverte funciona como película de suspense pero resulta inverosímil y forzada en algún punto. No obstante, cuenta con un reparto adecuado que permite disfrutar.
Laurie Strode se enfrenta una última vez a Michael Myers en una entrega que sigue la línea de sus predecesoras. Continúa buscando la tensión y el espectáculo a través de sustos fáciles y una violencia muy gráfica.
Olivia Newman dirige una historia bastante equilibrada sobre volver a la esencia de la vida natural, donde no tienen cabida los constructos sociales como la propiedad, las instituciones… o un crimen.