
La adaptación de la novela homónima de Roald Dahl prometía ser inolvidable, pero no aprovecha del todo sus recursos para lograrlo. Aún así, cuenta con unos actores fascinantes, buenos efectos especiales y una narración entretenida.
La adaptación de la novela homónima de Roald Dahl prometía ser inolvidable, pero no aprovecha del todo sus recursos para lograrlo. Aún así, cuenta con unos actores fascinantes, buenos efectos especiales y una narración entretenida.
Michaël Youn regresa con una producción desenfadada cuyo único propósito es arrancar supuestas carcajadas del público. Basándose en circunstancias personales, el director expone cómo hombres y mujeres afrontan una misma realidad.
Esta propuesta regala muchos lugares comunes de las comedias dramáticas con toques románticos. Sin embargo, el tino de los actores y el cariño puesto en el proyecto deja al público un título amable y entretenido.
Nacho Álvarez ha creado un musical al hilo de las canciones de Raffaella Carrá. El resultado es una propuesta simpática, ligera e ideal para cumplir uno de los fines del cine que es el de entretener y pasar un rato agradable.
Woody Allen retorna con su propuesta anual, esta vez enclavada en San Sebastián y su Festival de cine. Con todos los rasgos argumentales y estilísticos de su cine, el film mantiene alguna chispa y refleja otras algo agotadas.
Grozeva y Valchanov retornan con una nueva historia anclada en la desconocida, para nosotros, Bulgaria. Drama, realismo, humor y fina ironía son algunas de las muchas virtudes de su propuesta.
En su primera película, la directora Manele Labidi hace un colorido retrato costumbrista de la de ciudad Túnez. Intenta generar comedia a partir de una amable crítica social que, aunque roza la caricatura, se disfruta.
Película novel que pretende convertirse en una comedia de enredo. Las trabas que genera el guion dejan poco margen a un buen elenco, perdido entre golpes de efecto sin efecto.
Una inusitada producción –acerca del acuerdo de separación de un matrimonio– que se salva gracias al reparto. Su género puede resultar singular, pero la narrativa no tiene sorpresas ni profundidad.
Community es una sitcom divertidísima sobre un grupo de losers que forman una clase de estudio de español en un Community College de California