
La cuarta entrega de los veteranos mercenarios no es más que otra sangría repetitiva y sin fondo. Tras la espectacularidad visual asoma una realización plana, un aburrido guion y una violencia desatada sin control.
La cuarta entrega de los veteranos mercenarios no es más que otra sangría repetitiva y sin fondo. Tras la espectacularidad visual asoma una realización plana, un aburrido guion y una violencia desatada sin control.
Un thriller policíaco liderado correctamente por las actuaciones de Luis Tosar e Inma Cuesta. El constante subrayado y, sobre todo, las decisiones para cerrar la película hacen venirse abajo al conjunto y dejan un sabor agridulce.
Denzel Washington se despide de su icónico papel. Este cierre marcado más por el thriller y el drama que por la acción, mantiene los elementos de las anteriores entregas y, sobre todo, la debatible violencia gráfica.
Las archiconocidas tortugas mutantes regresan a la gran pantalla con un reinicio refrescante. La película pone el foco y saca provecho de aquello que los cuatro hermanos siempre fueron a parte de héroes: cuatro adolescentes.
Aunque llena de clichés y elementos muy manidos, la película consigue ser una correcta pieza de entretenimiento veraniego. El cómico reparto, liderado por un gran Xolo Maridueña, ayuda a sostener los flecos del resto del conjunto.
Final Fantasy XVI es un gran título de acción y un correcto juego de rol.
La nueva entrega del joven detective se mantiene en la línea de sus predecesoras: un misterio a resolver, una animación dinámica, una acción trepidante y un conjunto de apreciados valores para un rato entretenido.
Esta entrega de Misión imposible cuenta con las suficientes escenas espectaculares como para disfrutar de la acción. No obstante, la pobreza del guion en su segunda parte deja mucho que desear.
Una honorable despedida al mítico arqueólogo. Harrison Ford se pone el sombrero y empuña el látigo por última vez en una aventura entretenida, con personajes que aportan frescura y algunos guiños para los más nostálgicos.
La búsqueda de Ruby de su lugar en el mundo conforma una simpática historia envuelta en una colorida animación y con música –a veces estridente– de fondo, casi como si se tratase de una discoteca.