El código PEGI, cómo entender sus símbolos

Comprendiendo los videojuegos

Una de las principales preocupaciones de los padres es la falta de conocimiento frente el exitoso mundo de los videojuegos. ¿Cómo sabemos si juegan mucho tiempo? ¿Existe forma alguna de cortar la partida sin que provoque un drama en casa? ¿Cómo sabemos si este juego es adecuado para nuestro hijo?

A fin de cuentas, si nombráramos las principales preocupaciones de muchos padres y madres, podríamos resumirlas en dos: la adición y el contenido inadecuado. Respecto a la primera de ellas, hemos dedicado numerosos artículos en que os explicábamos estrategias para limitar el tiempo de juego. Recordad que una hora es más que suficiente y que no debemos caer en la tentación de aparcar a nuestros hijos e hijas delante de la consola toda una tarde. Para ello, la mejor opción es tener la televisión en un lugar común, redactar unas normas claras y anteponer las obligaciones al juego.

¿Qué hay del contenido?

¿Cómo podemos saber si el videojuego que nos están pidiendo es adecuado para su edad? Para daros respuesta a esto, os analizamos el código PEGI (Pan-European Game Information), un distintivo compuesto por un conjunto de indicadores que acompañan la contraportada del videojuego y que especifican tanto la edad recomendada como los contenidos explícitos del propio título. Este sistema de calificación se creó en 2003 para ayudar a los padres a tomar decisiones informadas sobre la compra de videojuegos y, de paso, unificar los muchos sistemas independientes que había en cada país.

El código PEGI

– Edad recomendada: el primer indicador y el más sencillo de entender es el de la franja de edad en la que se encasilla un videojuego. Evidentemente este dato es aproximado y no quiere decir que un título +12 no pueda ser disfrutado por un niño de once años. De todos modos, es útil para hacernos una idea al respecto. Eso sí, hay un punto con el que discrepamos en cierto modo. La primera franja que nos propone PEGI es +3 años. Creemos que, a esa edad, no es adecuado, necesario ni óptimo que los pequeños jueguen a la consola. Tampoco tienen suficientemente desarrollada la psicomotricidad fina ni la coordinación como para responder a muchos comandos a la vez. Dicho esto, los demás indicadores son suficientemente claros.

– El contenido que nos vamos a encontrar: en este sentido, encontramos diferentes símbolos que representan el contenido que, a grandes rasgos, veremos en el juego. Veamos cuáles son:

Lenguaje soez. Nos lo podemos encontrar en juegos a partir de doce años. Este hace referencia a palabrotas, palabras discriminatorias o blasfemias. Que un juego sea para mayores de edad no quiere decir que necesariamente incluya un lenguaje inadecuado, pero es frecuente que esto ocurra.

Discriminación. Contenido relacionado con la creación de estereotipos raciales, religiosos o sexuales que pueden alentar el odio. Evidentemente lo encontraréis en juegos +18. Los títulos con este sello pueden incluso incluir contenido contrario a las leyes penales de un país, pero no por ello dejan de estar a la venta.
o Drogas. Hace referencia al consumo de drogas, tabaco o alcohol en el videojuego. Suele aparecer en juegos para la franja de los mayores de edad.

Miedo. Indicador que hace referencia a imágenes o sonidos que pueden causar este sentimiento en niños. Puede aparecer en juegos para niños mayores de siete años si es algo sutil o para otras franjas si el terror está más patente. En muchas ocasiones va acompañado del indicador de violencia.

Violencia. El sello estrella de los juegos para mayores de edad. De todos modos, puede aparecer en títulos mucho más infantiles –entendiéndola como una violencia fantasiosa y sin sangre sangre-, pero también en juegos más adultos, en los que suele ir acompañada de brutalidad y gore.

Sexo. Indicador muy de común últimamente. Puede representar desde insinuaciones, imágenes indirectas, representaciones de desnudos o escenas más explícitas.

Gambling. Se refiere a la posibilidad de participar en juegos de azar, máquinas tragaperras y casinos en el juego.

In-Game purchases. Se trata del último indicador incluido y hace referencia a aquellos juegos que nos permiten u obligan a comprar como parte de la experiencia de juego, ya sea para desbloquear extras, skins –apariencias- o complementos a la aventura. Hasta aquí el análisis de los principales indicadores que incluyen los videojuegos para avisarnos de su contenido. Eso sí, recordad que los padres somos los últimos responsables de cuánto juegan y a qué que títulos.