Los Fabelman tiene una estética agradable y desprende gran cariño por el séptimo arte. De todas maneras, su dulzura quizá es excesiva y resulta en pequeñas incoherencias de guion, que restan fuerza al mensaje.
Los Fabelman tiene una estética agradable y desprende gran cariño por el séptimo arte. De todas maneras, su dulzura quizá es excesiva y resulta en pequeñas incoherencias de guion, que restan fuerza al mensaje.
A pesar de un inicio prometedor, el film va perdiendo efectividad a medida que avanzan las conversaciones en una cabaña del bosque. Parecía que Shyamalan iba a ofrecer más sorpresas de las que realmente quedan en pantalla.
La propuesta de Todd Field es perturbadora por momentos y excesivamente larga. Aunque cuenta con una deslumbrante protagonista y una música embriagadora, le falta cohesión y le sobran escenas de relleno.
David Earl y Chris Hayward han creado e interpretado a dos personajes entrañables que son capaces de hacer reír y emocionar. Con equilibrio acertado, el film es un relato cautivador sobre la amistad y la aceptación.
Aunque M3GAN tiene momentos perturbadores, probablemente no es la muñeca diabólica que esperaba cierto público. En general, el film se asemeja más a un drama sobre el duelo que a un producto de terror.
Esta esperada entrega del Gato con botas es frenética, divertida y visualmente espectacular. Antonio Banderas retoma el papel en un viaje donde el protagonista se planteará el significado de la vida y de su leyenda.
La increíble Lesley Manville en el papel de Ada Harris nos hará recuperar las ganas de soñar y de vivir la vida con ilusión, sin importar la edad ni las circunstancias adversas.
Un grupo de mercenarios secuestra por sorpresa una familia adinerada en Nochebuena. Santa, que se sale del cliché, aparece para ayudarles. El film regala mucha violencia cómica en una noche poco santa.
Gray revisita su niñez en Queens en un film conmovedor y reflexivo. Aunque el relato puede confundir y la coyuntura que expone es dura, el elenco hace gala de unas buenas interpretaciones que afianzan el mensaje.
Se trata de un relato sorprendente. Aunque tiene un planteamiento muy atractivo, No mires a los ojos pierde interés según avanza la historia y se descubren las peculiaridades de los protagonistas.