Una comedia más de dinámicas insanas, conflictos forzados y exagerados, que se intentan encubrir tras mensajes positivos –sobreexplicitados– y un edulcoramiento final que intenta borrar la maldad presentada.
Una comedia más de dinámicas insanas, conflictos forzados y exagerados, que se intentan encubrir tras mensajes positivos –sobreexplicitados– y un edulcoramiento final que intenta borrar la maldad presentada.
Este título basado en un popular videojuego de terror mantiene la esencia del producto original. Cuenta con una puesta en escena interesante pero ningún otro elemento que lo haga destacar.
Esta tercera entrega de los simpáticos Trolls mantiene un diseño artístico sobresaliente y los colores, brillos y música propios de la saga. Su punto débil se encuentra esta vez en un guion que flojea.
Si no se tienen demasiadas expectativas, ni se compara con la original, es una buena propuesta para los amantes del género que quieran pasar un buen rato. Además, sus decisiones éticas en general buscan el bien.
La adaptación de la obra de teatro cuenta con actores veteranos y paisajes paradisíacos, pero no aporta gran valor cinematográfico. Quizá no hacía falta trasladar esta pieza a la gran pantalla.
La historia es de una absoluta vulgaridad humana, puesta en boca de perros, y una enfermiza obsesión en torno al sexo. La constante reiteración de lo grosero y lo chabacano buscan hacer reír, sin éxito alguno.
Los Campeones vuelven a la gran pantalla, esta vez en la modalidad de atletismo, con grandes ocurrencias y una trama encantadora. El elenco vuelve a divertir al público en este film que celebra las diferencias.
Christopher Nolan regresa con una obra maestra en la que trata temas y personajes complejos. Con gran fuerza visual y un consagrado elenco, firma una propuesta ambiciosa que seduce al espectador.
La búsqueda de Ruby de su lugar en el mundo conforma una simpática historia envuelta en una colorida animación y con música –a veces estridente– de fondo, casi como si se tratase de una discoteca.
Wes Anderson se remoja en su propio ego esteta para entregar una película teatral que juega con la metaficción. Protagonizado por un talentoso elenco de rostros conocidos, el cruce de historias deja una comedia ligera y agradable.