Xora

Xora es un proyecto interesante y cargado de buenas intenciones. Con un muy bajo presupuesto y realizado por un grupo de actores y técnicos que han colaborado de forma desinteresada para llevarlo adelante, esta película supone un sentido homenaje a una tierra (Zuberoa, en el País Vasco francés) y a una lengua, el peculiar euskera que allí se habla.

Los medios técnicos, a pesar de su sobriedad, consiguen plasmar con corrección los paisajes y ambientes, las luces y sonidos, tanto naturales como artificiales, que componen ese micro-universo que es Zuberoa.

Pero en su conjunto la película no llega a buen puerto. El guión resulta a la par complejo y vacío. Es encomiable que hayan querido también hacer un homenaje a la literatura y al inconformismo, pero a la historia le falta claridad y resulta confusa. Los largos y silenciosos planos, al no contar con elementos para que el espectador reflexione, quedan vacíos y tediosos. Algunos recursos, como la cámara detrás de los actores mostrándolos abrumados por la inmensidad del paisaje o enfrentados a su destino, son interesantes pero el director abusa de ellos y por repetitivos acaban perdiendo eficacia. Lo mismo podemos decir de ciertas metáforas como el fuego, los ojos o el agua cuyo significado se nos escapa en ese críptico guión.

En definitiva, un trabajo honesto (es de agradecer que no haga concesiones fáciles para ganar espectadores) pero más válido como reportaje etnográfico que como película de ficción.

Firma: Esther Rodríguez