Nueva comedia negra de los hermanos Coen, pero con actores poco mediáticos y con poca experiencia en el cine -como Michael Stuhlbarg, que tiene una labrada carrera en el teatro- o con no profesionales, como los secundarios, que son integrantes de la sinagoga o el centro judío de Menneapolis.
Larry Gopnnik vive una situación parecida a la de Gregorio Samsa, el personaje de La Metamorfosis de Franz Kafka, porque de la noche a la mañana, sin ningún motivo, se siente prisionero de una situación que no ha elegido, ni se esperaba, ni se merece. Así, todo el relato de los hermanos Coen sigue un rumbo de lo más kafkiano y absurdo.
Un tipo serio está narrada desde la perspectiva del lugar, el seno de una comunidad judía del medio oeste, donde vivieron Joel y Ethan Coen cuando eran niños y adolescentes. Como ellos mismos han afirmado, todo eso forma parte de su identidad.
En el prólogo, los cineastas incluyen un cuento popular Yiddish situado en una aldea judía de Polonia de hace 100 años, que no tiene relación con la historia principal, sino con uno de los temas omnipresentes, el judaísmo.
Del judaísmo se habla, y mucho. El hijo va a una escuela hebraica, se prepara para entrar en la comunidad, la mujer de Larry quiere el Gett (el divorcio tradicional judío que permite a los cónyugues volver a casarse), Larry busca consejo en los rabinos, incluso se hacen tantas referencias a la tradición judía que a veces uno puede perderse.
Algunos medios han escrito que es una crítica a la religión. Al ver la película pueden hacerse varias lecturas. Sí que el protagonista busca respuestas a su situación y los rabinos no se la dan –y ello da lugar a escenas hilirantes y muy buenas-, pero también ironiza con esa obsesión por encontrar respuestas exactas a todo lo incomprensible y muestra cómo el hombre necesita el consejo de otras personas con más conocimiento u otra perspectiva. Película muy sui generis, pero interesante.
Firma: Redacción
Extras DVD:
Idiomas: inglés, castellano
Subtítulos: Inglés, castellano, italiano
Poniéndose serio
Creando 1967
Hebreo y Yiddish para goys
Moore quiere mostrar con esta producción “el desastroso impacto que el dominio de las corporaciones tiene sobre la vida cotidiana de los estadounidenses y, por consiguiente, también sobre el resto del mundo”. Para ello intenta poner a la luz las artimañas de las grandes finanzas para avanzar en su “codiciosa” carrera y el abandono de la economía más humana, la que afecta al trabajador de a pie.
Larry Gopnnik está casado con Judith. Tiene dos hijos, Sarah y Danny, y con ellos vive su hermano, el estrambótico tío Arthur. Residen en el seno de una comunidad judía a las afueras de una ciudad del medio oeste americano de 1967, donde él es profesor de física en la Universidad. Su vida es anodina y gris, pero él es feliz. Sin embargo, de repente, toda su ordenada existencia empieza a desmoronarse.
Su mujer le deja para estar con un amigo de la familia, Sy Ableman; le echa de casa y debe dormir en un motel con su inadaptado hermano; su jefe recibe cartas amenazadoras para que no le den la plaza fija; uno de sus alumnos le soborna para aprobar su asignatura, al mismo tiempo que el padre le amenaza con llevarle a los tribunales por difamación. Larry intentará encontrar respuestas a su situación en la sabiduría de los rabinos, pero no encontrará la comprensión y ni los consejos esperados.
