Un paseo por las nubes

Se trata del segundo largometraje del cineasta mejicano Alfonso Arau (Como agua para chocolate, 1992), que debuta ahora en la industria hollywoodiense. Basado en un viejo libreto italiano, que sería llevado al cine por Alessandro Blasetti –Cuatro pasos por las nubes (1942), uno de los filmes precursores del Neorrealismo- y abandonando un tanto el “realismo mágico” que le caracterizó en su citada ópera prima, Arau ha realizado una película romántica, que (como aquélla) está haciendo furor en las pantallas mundiales.

El éxito de A Walk in the Clouds reside, sobre todo, en su cuidados diseños de producción y puesta en escena (bellos escenarios rurales californianos, perfecta ambientación de la época), así como en el brillante trabajo de los intérpretes: desde nuestra compatriota Aitana Sánchez-Gijón, que encarna a una hispana llena de sensibilidad, hasta el sorprendente Keanu Reeves (Pequeño Buda), pasando por el sin par Anthony Quinn y el también veterano Giancarlo Giannini. Asimismo, cabe destacar la pegadiza banda sonora y una secuencia antológica: la de la vendimia, plena de colorido, humor, folclore y humanidad.

Si algún defecto hay que señalar a Un paseo por las nubes es su excesivo tono melodramático, que en momentos se hace empalagoso y cobra hasta visos de telenovela. Sin embargo, el sentimiento no supera al hondo contenido. Aunque el relato sabe a demasiado “preparado” y algo increíble, la entidad dramática de los personajes hacen posible que conecte con el espectador, quien incluso entra en el “juego” y vive anímicamente la trama. Por otra parte, Alfonso Arau está muy comedido en las efusiones amorosas (al contrario que hiciera en Como agua para chocolate), lo que da a la atractiva narración un equilibrio ético en un tema vitalista que podía haber caído en el fácil permisivismo.

El sentido de la familia y los valores del mundo hispano están siempre presentes a lo largo de la historia. Una historia que acaba en un impresionante “happy-end”, simbólico y beneficioso en torno a la integración del joven anglo-norteamericano en la tradicional sociedad mejicana. De ahí que Alfonso Arau tenga un gran “porvenir” en la vieja Meca del Cine. Mientras tanto, el también hispano Gregory Nava ha estrenado la cinta análoga My Family (1995), de carácter autobiográfico, tan sentimental, pero más dura y menos comedida que la su colega hollywoodiense.

Firma: Redacción

Extras DVD:

• Audio: castellano, ingles
• Subtítulos: castellano, ingles