Trust

Segundo largometraje de uno de los más importantes realizadores del nuevo cine independiente USA. El hasta hace poco underground Hal Hartley, con poco más de 30 años, demuestra una madurez expresiva poco corriente en el cine joven norteamericano y mundial. Este contestatario conoce a fondo el lenguaje fílmico -influido por la estética de Godard, e incluso del Antonioni de los 60- y relata su historia con un aire de modernidad y vanguardista que rompe un tanto la estructura dramática y la sintaxis tradicional. Un tanto confuso narrativamente en algunos personajes y situaciones, se ve en Hartley un cineasta que dará qué hablar.

Es obvio que la descripción que hace del mundo obrero estadounidense y de sus jóvenes hijos es muy aguda. De ahí que los protagonistas sean gente corriente, no héroes de película, acercando e introduciendo al espectador en el drama de un muchacho cualquiera o de la chica de la esquina. Otra cosa será que las soluciones propuestas -aborto de la protagonista (tras un primer rechazo muy contundente), violencia padre/hijo, actitudes de la madre y hermana de ella, etc.- no sean aceptables ni ejemplares. Sin embargo, transmiten la situación de duda y lucha interior de los personajes, en cuyas relaciones sentimentales no incurre en concesión alguna (el joven director rechaza explícitamente el erotismo), pero no así en los duros diálogos.

En definitiva, Trust (confianza sería su traducción literal) es un film minoritario, un tanto amoral, dirigido más bien a cinéfilos y especialistas, junto a cierto público joven, acaso análogo, que puede verse reflejado en la pantalla.

Firma: Redacció