Cesc Gay continúa en Truman su retrato del hombre urbano cotemporáneo. A través de su filmografía, en la que ha participado otras veces el coguionista Tomàs Aragay, afloran las diversas crisis del camino a la madurez en lo sentimental y profesional.
Sin embargo, en Truman, Gay introduce una cuestión maldita y tabú en ese mismo contexto de modernidad y ciudad: la muerte. En sus 100 minutos aproximados, da tiempo a descubrir las carencias y correspondientes necesidades del ser humano en un momento de cercanía al deceso. Ahí aflora la importancia de la familia –que Cesc Gay dibuja rota pero no descompuesta-, de la sinceridad y de la expresión de los pensamientos y afectos en las relaciones humanas y, sobre todo, de la amistad.
También se alude a la trascendencia (a pesar de que uno la haya evitado durante toda su vida) y, al mismo tiempo, al temor a verse físicamente desbaratado. La película logra encarrilar la cuestión central de la muerte como algo que hay que afrontar y para lo que hay que prepararse. Julián escoge un camino, que resulta firme en algunos momentos y más errático en otros tantos. No obstante, Cesc Gay deja claro que, aunque de ese temor no se escapa nadie, es preciso tener apoyos sólidos.
Gracias a la compenetración de Ricardo Darín y Javier Cámara, que ya habían trabajado con este director y guionista, el film se desliza con naturalidad a través de unos diálogos medidos y elaborados. El guion no deja pasar las oportunidades de emocionar y divertir, al mismo tiempo que para el espectador más curtido le sepan a poco la dramatización de los silencios e inhibiciones de Tomás en temas de hondo calado antropológico.
En este sentido Truman cojea, a pesar de sus intentos de andar recto. El relato tiene pocas fisuras en su composición, pero es corto de reflejos al revelar la falta de recursos de que disponemos ante situaciones humanas que requieren algo más que aquiescencia. Finita y cercana, la película es un estilizado retazo de lo que supone el drama de la vida para unos cuantos de sus protagonistas.
Firma: Lourdes Domingo
Julián recibe la visita inesperada de su amigo Tomás que vive en Canadá. Los dos amigos junto a Truman, su perro fiel, compartirán a lo largo de cuatro intensos días momentos emotivos y sorprendentes, provocados por la difícil situación que está atravesando Julián.