Tomates verdes fritos

Estamos ante una de las mejores películas de la temporada 1991-92, que va a figurar entre las más innovadoras de la década. Basada en una novela de Fannie Flagg -coautora del guión-, el debutante Jon Avnet ha dado a luz una obra artística verdaderamente importante, llena de ingenio fílmico-creador y un pulso narrativo bien aprendido en los grandes escritores cinematográficos´ norteamericanos. La evocación del período de entreguerras, ambientado en el mundo rural de Alabama y Georgia, así como la interpretación de las dos parejas protagonistas (espléndidas también Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker) y la creación de tipos, son realmente extraordinarias.

La exquisitez estética, no exenta de lirismo, está unida a la originalidad y a una notable banda musical. Con un relato paralelo y en flash-back, se va dilucidando un pasado histórico que influirá en el devenir actual de las dos maduras protagonistas. Valores como la amistad y la lealtad son exaltados, al tiempo que se critica amablemente los defectos de una vida familiar anodina y las clases de sexualidad para esposas irrealizadas.

El tono de comedia está por encima del drama, cuyo retrato social es agudo y tiene algún punto éticamente oscuro, como la “desaparición” del marido de una de las jóvenes protagonistas. Sin concesiones de ningún tipo, Tomates verdes fritos resulta una película optimista, que conseguirá el fervor de quienes han perdido la confianza en el buen cine de siempre, clásico y moderno a la vez.

Firma: Redacción

Extras DVD:

• Idiomas: Español, Inglés
• Subtítulos: Español, Inglés