Tom Sawyer

Como todo clásico, Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain resiste el paso del tiempo y sigue proporcionando un guión eficaz, sólido y entretenido para una película de aventuras con la que toda la familia puede pasar un buen rato.

Esta última versión que ahora nos ofrecen desde Alemania es bastante fiel al espíritu de Twain y recoge los momentos más emblemáticos de la novela (la pintura de la valla, el indio Joe, la huída por el río…), de modo que los adultos pueden recordarlos con cierta nostalgia y los niños disfrutarlos por primera vez.

La película tiene una factura visual perfecta. La ambientación, los paisajes, el diseño de vestuario, la música, el elenco… todo está cuidado hasta el último detalle, casi con preciosismo pero sin caer en la rigidez o lentitud de otras producciones germanas. Este film tiene la frescura necesaria para plasmar la fuerza de una historia en la que, junto a los juegos infantiles, asoman los aspectos más oscuros del ser humano. Enfrentarse con ellos será también una importante aventura que los niños tendrán que acometer.

Coincidiendo en su estreno en España con dos esperadas películas sobre la esclavitud (Lincoln y Django desencadenado), Tom Sawyer es una sencilla alternativa que también muestra con claridad la vida en Estados Unidos en el siglo XIX, con su racismo y su esclavitud pero de un modo muy alejado de la explosión cómico-sangrienta de Tarantino o de la lenta y adoctrinadora película de Spielberg.

Sería también interesante que nuestros niños sean capaces de disfrutar de las aventuras de Tom y Huck y valoren la imaginación con la que se divierten, sin necesidad de toda nuestra actual gama de aparatos electrónicos, y cómo superan sus dificultades apoyándose en la amistad y en el valor sin tener que recurrir a varitas mágicas o elfos liberadores.

Firma: Esther Rodríguez