Espléndida película del joven cineasta inglés Mark Herman, que
sorprendió en el Festival de Cannes ’97 y está batiendo récords
taquilleros en toda Europa. Se trata de una producción, aparentemente
modesta, que evoca una realidad social 250.000 mineros parados desde
1984, a través de una banda-arquetipo de las muchas que alegran la dura
cotidianidad de esas zonas obreras. A tal fin, el mismo realizador y
guionista declaró: “La película trata en realidad sobre una comunidad
de la que uno asume que desaparecerá tan pronto como alguien tire de la
alfombra sobre la que se aposenta sus pies. La industria principal
desaparece de la noche a la mañana, pero el núcleo de resistencia del
pueblo mantiene unida a la comunidad. Es el espíritu del lugar y le da
vida. No es tan sólo una historia de Yorkshire aunque Steve Abbott [el
productor] y yo seamos de esa región del norte de Inglaterra hay que
recalcarlo. Es una historia universal. Lo mismo está sucediendo, por
ejemplo, en las poblaciones de la industria del acero en Estados Unidos
concluye Herman y por lo que he oído en España, en Asturias y León.
Cualquiera se puede identificar con sus efectos. La repetición de esas
situaciones es devastadora independientemente de dónde y cuándo se
produzcan”. Rodada en escenarios naturales de Grimethorpe, Halifax,
Doncester y algunas otras localidades del sur de Yorkshire, el filme
cuenta con una excelente interpretación coral, así como de sus
principales papeles: el veterano Pete Postlethwaite (En el nombre del
padre), como Danny, el apasionado director de la Grimley’s Band; el
ascendente Ewan McGregor (Emma, Trainspotting, The Pillow Book), como
el joven minero Andy; y la atractiva Tara Fritgerald (El inglés que
subió una colina pero bajó una montaña), como Gloria, la intérprete de
fiscorno e ingenua “agente” de la patronal, por no seguir más. Estamos
ante una inteligente cinta de denuncia social, llena de humanidad y con
la solidaridad como fondo; no ante una mera película de crítica sobre
la política conservadora del anterior Gobierno británico. El retrato de
mentalidades resulta muy brillante, y no incurre en las frivolidades
habituales (sólo unos detalles irreverentes y eróticos, salvados por la
elipsis) de este tipo de cine “comprometido” . Lejos, por tanto, de la
dureza de sus antecesores de los 60, el Free Cinema, o de los herederos
Ken Loach y Stephen Freak, Mark Hamon incide más en la ironía y en el
agudo sentido del humor, haciendo que su crítica resulte amable y hasta
emocionante; pues, ayudado por la música, afecta en el ánimo del
espectador (me sentí especialmente conmovido con el número del
“Concierto de Aranjuez”, del maestro Rodrigo). Así, Brassed Off logra
una atmósfera nada derrotista y refleja el ambiente general del país y
la problemática de un sector afectado por la crisis y los intereses de
los “poderosos” sindicatos incluidos?, que puede ser superado por el
estado de ánimo de unos ciudadanos acostumbrados a luchar y con la
energía y el amor suficientes para seguir “tocando el viento”… El
mismo protagonista manifestó al respecto: “Al igual que Mark Herman y
Steve Abbot dice Pete Postlethwaite yo era un ferviente seguidor de la
huelga del sector minero y me rompía el corazón pensar que comunidades
enteras quedaban destruidas cada vez que se cerraba un pozo. Yo soy de
Lancashire y al ser también del Norte, era muy consciente de que muchas
poblaciones dependían enteramente de una sola industria. Y si esa
industria desaparece, la población se muere. Sin embargo, hay algo en
la fuerza y el tesón de la gente del Norte que les permite seguir
luchando”. De ahí el significativo discurso de Danny, en el Albert Hall
de Londres, junto a la interpretación final del himno británico en el
paseo de la banda por la capital, que pone broche de oro a Tocando el viento.
Firma: Josep Maria Caparrós
Director: Mark Herman
Guionistas: Mark Herman
Intérpretes: Ewan McGregor, Jim Carter, Pete Postlethwaite, Stephen Tompkinson, Tara Fitzgerald
Género: Drama
País: Reino Unido
Fecha estreno: 25/05/1997
Lenguaje: Coloquial
Yorkshire (Gran Bretaña), 1992. Relata las desventuras de una banda de música, compuesta por mineros, que sufren los avatares del cierre de pozos por parte del gobierno Thatcher. La acción se centra en la pequeña localidad de Grimley, en los momentos en que está a punto de desaparecer la industria minera que da vida a esa región y pone en peligro la continuidad de la banda.
Título original: Brassed Off
País: Reino Unido
Duración: 103'
Fecha producción: 1996
Distribuidora: -
Color: Color