Superbrother

Hay cierta tradición danesa de cine infantil y juvenil (La isla de las almas perdidas o Nico, el reno que quería volar), siempre con un marcado tinte oscurantista y poco dado a idealismos fáciles. En esta película, Birger Larsen (La osa mayor) aborda un interesante sentimiento infantil: el deseo de admirar a un hermano mayor y que éste cuide de los dos.

El guión refleja muy bien esta idea a partir de la frustración infantil de quien debe proteger en lugar de ser protegido. La película lo conjuga con las dificultades de una madre sola frente a un hijo enfermo, y otro en batalla con su obligado y precoz camino a la madurez; con el acoso escolar y la amistad de una estrambótica compañera de clase, en un contexto mágico controlado.

El film de Larsen y Sandgren tiene momentos efectivos (otros, de efectos especiales menos conseguidos), bien encajados en un relato de corte sencillo. Sin embargo, su moraleja, porque busca darla, no está del todo clara. Antón es feliz mientras su hermano Buller está bajo los efectos de los astros y deja de ser autista, pero queda envuelto de tristeza y enfado cuando vuelve a su “normalidad”. Esto quizá empaña un dibujo realista y optimista del camino que lleva a una familia a ser feliz en medio de una enfermedad o trastorno crónico.

Firma: Lourdes Domingo